Parte /9

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Paso el tiempo agradablemente, se hicieron las ocho de la noche, iba a empezar el baile, Juan Manuel se despidió.

—Nosotros nos retiramos.

 —¡¡Pero como que se van, si apenas va a empezar lo bueno!! —Exclamó Alfredo.

—Lo siento, pero mañana partimos  de regreso a Guadalajara y necesitamos descansar.

—Siendo así, aquí nos despedimos que tengan un excelente regreso. 

—Ustedes tambien.  

Juan Manuel agradeció la invitación a sus amigos americanos, les deseo un feliz viaje, todo en inglés. Alfredo y Graciela se quedaron; en el camino de regreso al hotel no me dirigió la palabra. Cuando llegamos a la cabaña y entramos a la habitación cerró la puerta, inesperadamente me dio una bofetada que me hizo caer, me reclamo mi comportamiento gritándome. 

—¡¡¡Por qué me avergüenzas de esa manera yo esperándote cómo un estúpido en la mesa y tú de sinvergüenza con un desconocido!!!

Enseguida tomándome de los cabellos me levanto en vilo del suelo, seguía gritándome.

—!!Me casé contigo porque creí que eras una mujer decente, pero ya veo que no, eres una vil callejera que con cualquier hombre se pone a coquetear!!

Me plantó otra bofetada del lado opuesto de la cara, con el mismo resultado de la vez anterior fui a caer de nuevo al piso, pase saliva y me supo a sangre, me había partido el labio por el golpe y seguía, y seguía pegándome sin ninguna consideración cegado por la rabia. Cuando se cansó de golpearme, salió de la habitación dando un portazo, yo me quede temblando de miedo de mi garganta no salía sonido alguno, me puse de pie y me dirigí al baño me lave la cara, fui hasta la cocineta y abrí el refrigerador saque hielo y me lo puse en la cara para que no se me inflamara, los golpes del cuerpo no importaban tanto, pero la cara.

No sé cuánto tiempo paso, lo que si se, es que me acosté llorando y recordando; mi vida siempre era un continuo sufrimiento cuando yo creía que ya había encontrado la felicidad, caía en manos de este hombre cruel, no supe a qué horas me quede dormida ni a qué hora regreso Juan Manuel. Estaba profundamente dormida, cuando de pronto entre el sueño Empecé a sentir las plantas de los pies calientes, sentí un hormigueo que me fue subiendo por mis piernas y se me ponían tensas hasta llegar a mi intimidad, yo no era dueña de mis actos, desperté y Juan Manuel estaba encima de mi, sentí el impulso de rodear su cuerpo con mis piernas, me abrace fuertemente a él, sentía unas ganas desenfrenadas de besar sus labios, pero él como siempre, escondía su cabeza en el hueco de mi cabeza y mi hombro, bese su hombro y se lo mordí, mis uñas se encajaron en su espalda, y moví frenéticamente, la pelvis de pronto me escuche decir, así, así, más, más por favor con voz entrecortada, sentía que me faltaba aire, de pronto sentí una especie de explosión cómo si todo mi cuerpo se destracturase, sentí mi cuerpo entumecido como si flotara, era una sensación tan  agradablemente bien.

Mi respiración poco a poco tomo su ritmo normal, Juan Manuel se zafo de mis brazos que seguían aferrados alrededor de su cuerpo y se fue al baño, y yo quede allí sin saber qué era lo que había pasado conmigo, pero de lo que estaba segura era que Juan Manuel me quería si no, porque se enojó al verme platicar con otro hombre, confundí su egoísmo con amor, esa noche sin saberlo tuve mi primer orgasmo.

Juan Manuel

Cometí un error muy grande al traer a Baudelia a la reunión de aniversario, vi la cara de desconcierto de mis amigos al verla, a nadie le agradó, y cómo les iba a agradar, si no tiene ni la mínima idea de cómo comportarse en sociedad, con la única que se llevó de maravilla fue con la Criada, la señora Juanita, será porque pertenecen al mismo círculo social.

No creí que fuera tan duro convivir con una persona que no sientes por ella ni el más mínimo afecto, no preví esto cuando la elegí como mi esposa, todos los compañeros se guardaron sus opiniones menos Joaquín él siempre ha sido muy directo y dice lo que piensa, en la primera oportunidad que tuvimos me interrogó como era de esperarse. 

—¿Pero que paso con la alemanita? en realidad creí que la de ustedes era una unión para toda la vida, estaban muy enamorados.

—Yo también creí lo mismo pero ya vez la vida como cambia de un momento a otro, perdona pero no quiero hablar del asunto.

—Mira respeto que no quieras hablar de eso, pero tú todavía estas muy enamorado de la alemanita, no entiendo porque rayos re casaste con esta chiquilla, ¿te volvió loco su juventud?

—No, nada de eso, mira apelo a tu discreción, esto que te voy a decir no lo tiene que saber nadie, pero ya que insistes en que te cuente, lo único que te voy a decir, es, que Judith y yo tuvimos un problema por malos entendidos, y ella se fue, me abandono, yo la he buscado por cielo mar y tierra, pero no logro localizarla.

— ¿Cuándo paso eso?

—Hace casi dos años, yo me tuve que casar con esta mujer por puro compromiso, era una exigencia que me pusieron en el banco, para ser el director general, pero nada más.

—¿Oh sea que no sientes ni tantito amor por ella?

—Está mal que lo diga, pero no, no siento nada.

—¿Y qué piensas hacer?

—Seguir buscando a Judith y cuando la encuentre divorciarme, no puedo vivir con una persona sin quererla, ella es joven y no es fea, pronto encontrara otra persona que la haga feliz.

—¿Entonces ella sabe la verdad?

—No, no ella no sabe nada, ella cree que la amo, aunque nunca se lo dije.

—Actuaste muy egoístamente, pobre mujer, pero el mal ya está hecho.

—¿Te puedo ayudar en algo?

—Pues solo avisarme inmediatamente si alguna vez sabes de ella—. Creo que ella se fue del país

—¿Crees eso?

—Pues que más voy a pensar ya la busco un detective, las personas no desaparecen así nada más cómo si se la hubiera tragado la tierra, creo que volvió a Alemania

—¡¡Pero qué cosas dices!! ¿Sabes cómo quedo Alemania ahora que termino la guerra? está todo destruido, no hay trabajo, están reacomodando a los judíos que lograron rescatar, ahorita es lo peor que puede hacer un alemán volver—, pero algo se podrá hacer, si yo se algo inmediatamente te lo hago saber.

—Gracias hermano, te voy a vivir eternamente agradecido.

—Por ahora no me agradezcas nada, hasta no ver que puedo averiguar.

Después de esa platica con Joaquín me quede más tranquilo, espero que averigüe algo. El viaje a la playa estuvo bien, si no fuera por el comportamiento de Baudelia, me dio mucho coraje que me mintiera; decir que iba a los sanitarios y quedarse platicando muy contenta con un desconocido.

Y no, no son celos es coraje, que tal si Alfredo me acompaña a buscarla como lo quería hacer bonito cuadro hubiera visto cómo el que yo vi, me iba a convertir en el hazmerreír del grupo, tenía tanto coraje que la abofetee, creo que se me paso la mano.

Aunque estoy muy desconcertado creo que tuvo su primer orgasmo, y esto es una contrariedad, que tal si se apasiona, y una mujer así es muy peligrosa, voy a tratar de no tocarla muy seguido y nada más hacerlo cuando lo consideren mis necesidades.


Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora