Camilla.
Como me dolieron las palabras de Baudelia, pero tiene razón en todo lo que me dijo, como fue capaz de decirle Juan Manuel a un niñito, que Baudelia no era su madre que en realidad era su nana, porque envenenar la mente de un niño con semejante mentira, y en lo que toca a Eva, tiene razón en estar resentida con ella, yo fui testigo de como poco a poco fue ocupando el lugar de Baudelia, recuerdo cuando fuimos a inscribir a los niños a la escuela categóricamente le dijo a la directora.
—Todo lo referente a los niños me lo avisan a mi, juntas de padres de familia, festejos, aportaciones en fin todo, en la hoja de inscripción esta mi nombre y número de teléfono.
—Pero Eva, porque haces esto, su madre es la que debe estar involucrada en todo lo referente a sus hijos..
—Por Dios mamá tu eres la menos indicada para opinar, tu nos dejaste en manos de mi mamá Silvia.
—¡¡Por Dios Eva la señora Silvia no es tu madre, soy yo, yo!!
—¡¡No dramatices por favor, lo siento, pero para mi la señora Silvia es mi madre y tu mi nana, y yo voy a ser la madre de estos niños y Baudelia su nana.
—¿Por que te ensañas tanto con Baudelia?
—Muy sencillo en realidad no es nada personal con esa, solo estoy siguiendo los deseos de Juan Manuel, el me pidió que hiciera esto.
—Pero ¿Por qué?
—Sencillamente porque no quiere que sus hijos, se apenen con la presencia de esa—. Y un deseo de mi hermano es una orden para mí.
—Así que es un deseo de tu hermano, quiere que sus hijos no se sientan avergonzados de su madre, como tu te avergonzabas de mí.
—Tu lo dijiste no yo, y por favor no te metas en este asunto, tu concrétate a cuidar de ellos, al fin que tienes mucha experiencia en eso.
Y sabiendo eso, no hice nada, por parar tanta infamia fui cobarde, tome el bando de Juan Manuel, tenía que ser asi el es mi hijo, Dios tenga piedad de nosotros.
Baudelia.
Después de hablar con Camilla, me fui directamente a mi recamar las palabras de mi hijo me destrozaron totalmente, saque la botella de licor que tenía escondida entre mi ropa, como todos los alcohólico tenía botellas escondidas en todos lados, fui a la recamara contigua, aún estaba amueblada con los muebles de bebe, no la quise desmantelar, por si acaso tenía otro hijo por accidente, porque mis hijos habían venido a este mundo, por accidente, no fueron deseados. Me senté en la mecedora, donde hacía varios años me sentaba a amamantar a mis hijos, y empecé a beber, directamente de la botella, lentamente pasaban las imágenes de mi vida, cuando se terminó la botella me levante, y fui a buscar otra, pero el líquido ingerido ya había hecho su efecto, cuando entre a mi recamara tropecé con un mueble y caí, a causa del golpe recibido se me abrió la frente arriba de la ceja, la cara se me empezó a cubrir de sangre.
Hice el intento de pararme pero, mis piernas no me respondían, volvía a caer una y otra vez, por fin perdí la esperanza de ponerme de pie, y me hice un ovillo disponiéndome a dormir en el piso, la herida seguía sangrando, escuché unos toquidos en la puerta y la voz de Raquel a través de ella.
—Señora—¿Señora, se encuentra bien?
—Paasssa, por favor—apenas podía hablar
—¿Pero señora que le paso? ¿Le volvió a pegar el señor?
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Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018
RomanceNunca me amaste Esta es la historia de Baudelia Paredes Diaz. Narrada por ella misma y un narrador omnisciente, que no forma parte de la historia. Baudelia es la historia de una mujer que sufrió las peores vejaciones, a la edad de siete años empezó...