Parte / 29

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Camilla

Me lleve tremendo susto cuando Raquel toco mi ventana a altas horas de la madrugada, pero más cuando nos encontramos con esta pobre mujer, casi moribunda, Juan Manuel, me va a escuchar esos no son modos de tratar a la madre de su hijo, inmediatamente le hable a Octavio para que la viniera a revisar no vaya a ser que se nos muera y Juan Manuel acabe en la cárcel, cuando  recobró el conocimiento, la metimos en la tina del baño con agua templada, con unas hierbas que Raquel coció, tiene la cara irreconocible de hinchada y morada, gracias a Dios Octavio no tardo en llegar quedó espantado cuando vio a mi nuera.

—¿Qué pasó nana? —No se lo que pasó hijo, pero mira fue tu hermano el que golpeo a esta pobre mujer.

—Qué barbaridad nana, ahora está más golpeada que la otra vez, Juan Manuel no tiene perdón de Dios

—¡¡Cómo!!, es que ya había pasado esto anteriormente.

—Por desgracia si nana, cuando Baudelia quedó embarazada, Juan Manuel se volvió loco ya que no estaba de acuerdo, afortunadamente Raquel la atendió muy bien y evito que perdiera al niño.

Octavio revisó muy bien a Baudelia, le inyecto una medicina para el dolor,  muy alarmado me dijo.

—necesito llevarla al hospital, tiene fracturada la nariz y algunas costillas dislocadas. Voy a pedir una ambulancia, no te preocupes nana, les voy a pedir que no toquen la sirena de la ambulancia en el informe voy a poner que fue atropellada por un carro, sólo así se puede justificar este desastre y, por favor Nana habla con Juan Manuel, esto no puede seguir pasando un día la va a matar.

—Si hijo, yo me voy a encargar de eso.

Poco tiempo después llegó la ambulancia y se la llevaron al hospital, Raquel se fue con ella, en cuanto se marchó me dirigí a la habitación de Juan Manuel, quise abrir  la puerta pero tenia puesto el seguro, no me quedó más opción que tocar, al parecer no se dio cuenta de nada, poco después abrió muy disgustado me refuto. 

—¿Qué pasa? Por lo que veo todos se han propuesto a molestarme.

—Eres un imbécil, ¿Por qué golpeaste a tu mujer? Casi la  matas.

—No seas exagerada, fueron unos cuantos golpes, no es para tanto

—No es para tanto, se la acaba de llevar al hospital una ambulancia, le fracturaste la nariz, tiene varias costillas dislocadas, sin contar los múltiples golpes que tiene en el cuerpo, dale gracias a dios, que tenemos a Octavio, si no ya estuvieras detenido.

—¡¡Sabes quién tiene la culpa de todo este desastre, tú y nada más que tú!!

—¡¡Yo, yo ¿por qué?!!

—Por tu maldita intromisión en mi vida, si no hubieras hablado con Judith, ella nunca se hubiera ido, y yo, no hubiera tenido que casarme con Baudelia, así es, madre todo el sufrimiento que le he causado a Baudelia, ha sido por tu culpa, lo entiendes, métetelo en la cabeza.


—Hijo ya es tiempo que olvides a esa mujer, tienes a tu esposa a tu hijo, trata de ser feliz

—No, madre, no se puede ser feliz con alguien que no amas.

—Entonces, sepárate de ella, dale su libertad, ella es muy joven, de seguro encuentra a otro hombre que en verdad la ame.

—Eso nunca madre,  sólo me voy a divorciar de Baudelia si encuentro a Judith, menos no, hice el sacrificio de casarme con ella por mi trabajo llevo dieciséis años trabajando en el banco, a los veinticinco años me jubilan, no voy a perder todo—. Sólo por Judith, perdería todo.

Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora