Cuando el hombre salió las mujeres ya no estaban en el corredor, pero habían escuchado toda la plática que sostuvieron chole y Nacho en la cocina y, tuvieron una leve esperanza, pero no nada más ellas chole también había quedado encandilada con el apuesto joven.
Nacho llegó a su casa
—¡Padre, Madre, ya llegué!
—¿Cómo te fue hijo?
—Pues me fue muy bien, aquí está el dinero de la leña y te mando esto el señor cura.
—¿Qué es tú?
—Pues no se ¡ábrelo para que veas
—¡Ah mira es dinero y un papel! ¿Qué dirá tú?
—¡Déjame ver!
—Estimado Demetrio espero te encuentres mejor te mando esta ayudita, espero verte pronto. Silvestre
—¡Ay mira al padrecito siempre tan buena gente! ─Su madre lo invito a comer.
—Ándale pues mijo vente a comer.
—No madre di un comidón, que todavía me siento lleno
—Lo que sea de cada quién allí no andan con miserias le dan a uno de comer muy bien son muy bastos para la comida
—Les quiero decir una cosa.
—¿Pues tu dirás hijo?─Dijo su madre.
—Ya encontré a la mujer que va a ser mi mujer.
—Ay que bueno mijo, yo creía que me iba a morir sin ver a mis nietos de parte tuya—¿Y quién es?
—Una sobrina del señor cura.
—Pero nombre mijo, ora sí que volaste muy alto—. ¿En qué cabeza cabe que el cura te vaya a conceder la mano de su sobrina?
—Bueno la lucha le voy a hacer, el domingo voy a ir a misa a San Andrés y voy a hablar con el señor cura.
—Bueno pues no está mal intentarlo, pero no te hagas muchas esperanzas que lo más seguro es que te diga que no.
El siguiente domingo Nacho fue a San Andrés escuchó misa de doce espero que las personas se retiraran y saludo al señor cura respetuosamente besando su mano y diciendo.
—Padre podría hablar con usted.
—Claro que si hijo, vamos a la sacristía.
Se dirigieron a la sacristía
—pasas hijo
—Después de usted padre.
—¿Y dime en que te puedo servir?
—Bueno, primero que nada, mi padre le manda dar las gracias por su ayuda.
—No fue nada hijo─¿Y como sigue?
─Pues ya casi esta bueno, yo creo que pa la otra vez, si Dios quiere, el va a venir a traer la leña.
─Y dime muchacho, que otro asunto quieres tratar conmigo.
—Yo quisiera pedirle permiso para entablar una relación con una de sus sobrinas.
Al sacerdote se le borró la sonrisa de sus labios.
—¿Qué dices?
—Lo que oyó padre quiero tener una relación con una de sus sobrinas.
—¿Y con qué intenciones?
—Mis intenciones son las de casarme con ella, como usted ve, yo tengo 32 años ya se me pasó el tiempo.
—¿Y por qué no te has casado todavía?
—Porque no había encontrado a la mujer con la que quiero compartir mi vida.
—¿Y, mi sobrina es esa mujer?
—Si, padre y con todo el respeto le pido el permiso para cortejarla y si ella me acepta pues casarme con ella.
Era la primera vez que un caballero le hacía semejante petición, no quería ser egoísta y si alguna de sus sobrinas aceptaba casarse con un pobre jornalero, él no lo iba a impedir, el conocía al muchacho desde que nació él lo había bautizado y sabía muy bien que era trabajador con y buenas intenciones
—¿Y que tienes para ofrecerle a mi sobrina?
—Bueno señor cura, yo me dedico al comercio tengo un pequeño tendejón, también tengo mi siembra, mis animales, pienso tener una tienda en forma para eso estoy ahorrando
—Bueno pues me parece muy bien, mira vamos a hacer una cosa yo les comento tus intenciones a mis sobrinas.—Para el próximo domingo te doy la respuesta.
—Está bien señor cura, entonces nos vemos el próximo domingo a esta misma hora para saber su razón.
—Ve con Dios hijo.
El sacerdote se quedó pensativo, ¿Será que una de mis sobrinas quiera cambiar su vida de comodidades por ser la esposa de un pobre campesino? de pronto cayó en la cuenta de que no le había preguntado cuál de sus tres sobrinas era la que había dejado tan entusiasmado a Nacho, ya lo sabría más adelante.
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Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018
RomanceNunca me amaste Esta es la historia de Baudelia Paredes Diaz. Narrada por ella misma y un narrador omnisciente, que no forma parte de la historia. Baudelia es la historia de una mujer que sufrió las peores vejaciones, a la edad de siete años empezó...