Parte / 37

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Cuando Eva supo que ella no iba a ser la madrina, me fue a ver muy disgustada.

—Baudelia, quiero saber porqué no quieres que mi esposo y yo seamos los padrinos de la bebe?

En otro tiempo la voz autoritaria de Eva me hubiese hecho claudicar a su favor, pero afortunadamente sentirme amada por José Juan me había subido algo mi autoestima ya no me sentía intimidada por la bruja de mi cuñada ya me había humillado bastante en el pasado, pero eso se había acabado es por eso que le conteste en el mismo tono de voz.  

—Porque yo decido a quien quiero para padrinos de mi hija y yo quiero que sus padrinos sean mi prima Renata y su esposo—. Ella abrió desmesuradamente los ojos dejando el tono altanero de su voz objetó.  

—Pero ya lo había hablado Juan Manuel, y  ahora tu me sales con esto.

—Con la que debiste consultar es conmigo no con Juan Manuel, se te olvida que yo soy la madre de la bebe, por otra parte no se porque te empeñas a que seamos comadres si yo nunca he sido santo de tu devoción—, pero no te enojes, yo quiero que seas la madrina de confirmación de mi hija ¿Estas de acuerdo?

—Bueno está bien— ¿Puedo organizar todo para el bautizo o también lo quieres hacer tú.

—Tienes carta abierta para organizar todo a tu gusto.

—¿Qué te parece si hablo con el cardenal y hacemos la confirmación el mismo día.

—Me parece bien

Ella se encargo de organizar todo al igual que con Juan Ignacio, llegó el gran día nos reunimos en la catedral, de pronto vi llegar a Renata y José Juan elegantemente vestidos, no desentonaban con los demás invitados, José Juan se veía guapísimo Renata no se quedaba atrás, nunca lo había visto con esa clase de vestimenta, siempre andaba vestido con pantalón de mezclilla y camisa a cuadros Renata me susurro.

—¿Qué te parece nuestro atuendo estamos a la altura de tus estirados invitados?

—Claro que si, están muy elegantes. 

—José Juan me llevó con la señora Beatriz a escoger el vestido y de paso, mando a José Juan  a la tienda  Robert's allí lo asesoraron y este es el resultado. No queríamos avergonzarte.

—No, digas eso yo nunca me avergonzaría de ustedes.

—Tu no, pero que tal tus amistades, empezando con tu cuñada Eva—¿Te gusto el ropón que le hicieron mis tías a la niña?

—Claro que sí, esta hermoso

—Lo hicieron entre las tres, obviamente bajo la dirección de tu mamá, mi tía Valentina.

—Vamos ya viene el Cardenal

—Cuando el bautizo  y  la confirmación finalizaron, pasamos al club de leones, Renata quedó deslumbrada, por el lujo,

—Oyes Baudelia ¿Qué se necesita para ser miembro de este club?

—Obvio estar cargado de plata—, dijo José Juan

—No necesariamente, pero no te dejes llevar por el brillo, la mayoría de las personas que pertenecen al club, son hipócritas y mal intencionados. 

—Con permiso voy con Carmela creo que me esta llamando siéntanse con confianza de seguir conociendo el lugar.

—Carmela estaba  conversando con la presidenta del comité de damas del club.

—Baudelia aquí tu hermana nos está proponiendo un proyecto muy bueno para mejorar la vida de algunas mujeres. ¿Por qué no habías puesto la propuesta a la mesa de diálogos? (Dónde se estudian las propuestas).

Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora