Cap 24

363 11 5
                                    

Capítulo 24 .- Amigos.

Tiene un buen tiempo desde que no veo a Nelly, la extraño sinceramente, es una buena chica, y casi siempre está sola, pero no debo sentirme mal, tengo lo que necesito con Alexa, mi novia, a ella la extrañaba más que a nadie, pero ahora que ha vuelto... ¡Wow! ¡Estoy tan feliz!

-¡Alex, el desayuno está listo! - grita mi madre desde la planta baja.

-Ya voy - me levanto de la cama, voy al sanitario, lavo mi cara y bajo.

-Buenos días, dormilón - me dice con cariño mientras me entrega un vaso de leche.

-¿Leche? - la miro - Ya no soy un niño, ma - refunfuño.

-Es que ya no había té - dice sonriendo - ¿Qué harás hoy?

-No lo sé, Alexa saldrá a... no sé dónde - le digo bebiendo de mi vaso.

-¿Qué tal si me acompañas al supermercado? - la miro cocinar.

-Sí, por supuesto.

-¿Qué hay de Miles y su disco? - pregunta.

-Ya se acabó hace unos meses - me quedo callado.

-¿Te ocurre algo? - me mira curiosa.

-No, ma - alza un ceja, y con ese gesto sé que más vale tener una respuesta amplia o si no seguirá jodiendo - es sólo que... a veces me aburro... y además no he visto a los chicos... y no sé, me siento un poco... solo...

-¿Solo? - me mira mientras mete un pedazo de pan a su boca.

-Sí, solo... - me quedo pensativo.

-¿Qué hay de Alexa? - me encono de hombros.

-Ella es... una mujer madura, necesita espacio para sí misma - contesto.

-Por un momento pensé que tu y ... - se detiene.

-¿Que yo y quién qué?

-Nada, hijo. Pero dime, ¿amas a Alexa?

-¡Ma! Por supuesto que sí - tomo una rosquilla de chocolate y la como lentamente.

-Andate a arreglar, nos vamos en 15 minutos - asiento y me voy directo al baño.

Abro la regadera, lavo mi cuerpo, lo enjuago y lo envuelvo en una toalla; decido usar algo sencillo, cojo una chaqueta y bajo justo a los 15 minutos. Mi madre está lista, toma las llaves de su auto y salimos, me dice que maneje y así lo hago, sin cruzar palabras conduzco. Llegamos al pequeño supermercado, bajamos y caminamos discretamente. Ella se dedica a comprar las cosas domésticas, yo tomo algunas playeras y pantalones, ropa íntima, unas papas, soda, y... un perfume de chica, para Alexa.
Pago, salimos, yo cargo las bolsas y las coloco en la cajuela, voy conduciendo cerca del parque al que solía ir de niño.

-Detente aquí - estaciono el auto en seguida.

-¿A dónde vamos? - apago el motor.

-Iré con la señora Claris - me dice - si quieres ve a dar una vuelta, tardaré unos cinco minutos.

Como sé que esos "cinco minutos" en realidad se convierten en horas salgo del auto y camino hasta el parque. Todo me recuerda a Nelly, es extraño extrañarla. Me siento en la banca donde la conocí.

-¡Charly! ¡Estas loco! - escucho una voz lejana... y familiar.

-¡Tu eres la loca! - le contesta un chico, volteo hacia donde escucho esos gritos y me encuentro con semejante cosa: Nelly y Charly.

-¡Va a llover! ¡Una apuesta! - le dice ella.

-¿Cómo crees? Está soleado - contesta él.

Me levanto y camino hacia donde están ellos.

Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora