–¡Siempre con los mismo, Nelly! ¡Entiende, fue un puto error! ¡Sólo eso! – contestó furioso.
–¡Para mí fue más que un error, arruinaste todo lo que tenía! – le echo en cara.
–¡Eso ya pasó, aprende a aceptarlo!
–¿CREES QUE PARA MÍ FUE FÁCIL? ¡PUES NO!
–Yo sé que no. ¡Cálmate!
–¡Largo!
–Está bien – sobó con sus dedos su tabique de la nariz – Me largo, después de todo, lo nuestro siempre ha sido un maldito error.
Salió de casa, dejando un silencio asesino por detrás, justo en donde me encontraba yo... [.]
Ya habían pasado unas dos semanas sobre aquel incidente. Era verdad que nos tratábamos como buenos amigos, pero, en el fondo, algo siempre estaba mal: el pasado. Tenía que ir a su casa, era necesario, pero más que eso, quería verlo.
Tomé mi mochila vieja, en ella metí agua, una cajetilla de cigarros, encendedor, mi teléfono, audífonos, y una chamarra. Salí de casa, el cielo apenas se estaba colocando, así que, en la altura, los colores rosa, naranja y azul claro, reinaban.
En cuanto estuve con los pies en la calle, un taxi pasó cerca, y no perdí el tiempo, subí en él.
–¿Podría llevarme a esta dirección? – saco de mi mochila un papel con la dirección de Alex.
–Por supuesto, señorita – habla con voz ronca – Oh, se me hace conocida.
Alcé el rostro y lo miré por el retrovisor.
–¡Es verdad! – exclamo alegre, el auto ya iba en camino – Charlamos una vez, pero nunca me dijo su nombre. Debo decirle que me ayudaron mucho sus palabras, aunque... no sirvió del todo – bajo la mirada.
–Bueno, el amor es algo muy complicado, sólo nos queda esperar y ser pacientes, pero con la disposición de amar, y ser amada, claro está – contesta hábil – Y mi nombre es Jaime.
–¡Qué novedad! – ambos reímos.
El silencio llegó por unos minutos, hasta que me atreví a preguntarle algo que realmente era importante.
–¿Qué opina sobre la venganza? – miro a través de la ventana, temiendo de su respuesta.
–La venganza no es buena, mata el alma y la envenena – responde y me echa una mirada por es espejo de enfrente.
–Es una frase muy conocida – río levemente.
–¿Usted cree que una persona enamorada sea capaz de vengarse del pasado?
–Lo dudo. A mi parecer, una persona enamorada siempre intentará lograr su objetivo -que es amar- una y otra vez, sin importar los errores del pasado, sin importar las personas del presente. Hay que saber ser asertivos y escoger buenas decisiones, o dígame, ¿cuándo ha oído que una venganza conlleva a algo bueno? – me quedo meditándolo un rato – Además, creo que hay que perdonar a toda costa, y hay que hacerlo con inteligencia, claro. Si usted ama, de una oportunidad más, perdone, sea sensible, abra su corazón de nuevo, quizá esta vez... lo sanen.
–Dar una segunda oportunidad... – razono rápidamente – Abrir el corazón... – me quedo callada – Creo que tomé mi decisión. ¡Oh! ¿Podría pasar a alguna fábrica de galletas o pastelillos que quede de camino? Quisiera comprar algo.
Jaime sólo asiente y desvía el trayecto. Bajo rápidamente, compro una caja de galletas de chispas de chocolate (favoritas de Alex), y dos cafés negros, para acompañar el bocadillo. Regreso con las cosas en las manos, totalmente lista y segura. El camino de vuelta es un poco más animado, el señor me cuenta algunas anécdotas sobre cómo conoció a su esposa, y de quién en realidad fue su primer amor. Es bastante entretenido. Pronto se detiene frente a aquella casa color blanca, con rejas negras; en mi vientre siento la incertidumbre; y, dudosa, bajo del vehículo pagando y luciendo tranquila, más que nada, agradecida.
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Alex Turner
FanfictionAlex Turner, vocalista de los Arctic Monkeys, entabla amistad con una chica cualquiera; creyendo que será solo una amiga más, quizá la mejor. Hay personas errores que queriendo y no los cometemos, y Alex fue uno de ellos. Nelly E. Neir. Aquel nombr...