Alex Turner

¿Quién es Jessey?

Despierto de golpe. Unos golpes suenan por fuera de mi habitación, sé que tocan la puerta.

¡Pero qué carajo! ¿Qué hora es?

Intento levantarme con tremenda flojera, Alex aprieta mi cadera e impide que salga de la cama, lo miro, su rostro está relajado, y balbucea, totalmente dormido. Acaricio su mejilla, él, instintivamente, sonríe; con cuidado retiro su mano de mi cuerpo y salgo muy despacio, intentando no mover la cama. Una vez que lo logro, busco la sudadera gris, me la coloco y voy a ver de quién se trata.

Me asomo por el pequeño ollo que está en la puerta, aquel que te permite ver hacia fuera sin ser descubierto; ojalá hubiera uno de esos en mi corazón.

–¡Jessey! – digo al abrir la puerta – ¿Qué haces aquí?

–No... tenía otra opción – entra llorando – ¿Puedo dormir contigo esta noche?

–Pero..., Jessey – intento detenerlo al verlo pasarse de largo para llegar a mi habitación.

Cierro la puerta y lo sigo, él entra a mi alcoba, pero se detiene en seco, y eso se debe a que vio a Alex con sólo boxers.

–¿Qué... qué significa esto? – se gira para mirarme.

–Es... un hombre – me encojo de hombros.

–¿Estás saliendo con alguien? – frunce el ceño – ¿CUÁNDO PLANEABAS DECIRMELO?

–¡SH! ¡Cállate! – le tapo la boca.

Alex se remueve en la cama, volteo a verlo con la esperanza de que no despierte.

–¿Cómo me pides que calle? – habla fuerte – ¿QUIÉN ES ESE?

–Cálmate, Jessey – lo miro – Te lo explicaré, pero tranquilizate.

–Me juraste que no tendrías relaciones, Nelly. Fue un pacto.

–No pude evitarlo, Jessey.

–¿Le amas? – susurra.

–Eso... no importa – frunzo el ceño – ¿Y además, a qué has venido?

–Bueno yo...

Se queda callado, mirando el suelo.

–Oh, mierda – también miro el suelo – Tú y él...

–Volvió a hacerlo, Nelly – se lanza a abrazarme.

Chilla con toda fuerza.

Realmente, siento arder mi corazón a ver así a Jessy. Él es una buena persona, el mejor amigo para cualquier chica, e incluso, para cualquier hombre, la frase "nunca te dejaré solo" fue de su invención, y valla que le hace honor.

–¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?! – una voz ronca truena en el aire.

Me separo rápidamente de Jessey.

–¿QUIÉN ES ÉL? – grita Alex, la furia se mira en sus ojos.

Se levanta de la cama y toma su camisa del suelo y sus jeans con más rapidez que mi parpadeo.

–¡NO VAS A DECIRME, AH! – se viste, me quedo noqueada – ¡ME LARGO! ¡FUE UN MALDITO ERROR CONFIAR EN TI!

–No, Alex...

–¡ME MENTISTE, TODO ESTE TIEMPO! – me mira con ira – ¡ERES IGUAL A ELLA!

–No, no puedes irte – corro tras él.

–¡Ya no quiero verte! – me mira antes de abrir la puerta – ¡Ya no quiero verte nunca más! ¡Así que... jódete!

–¡Pero, Alex! – intento alcanzarlo, pero una mochila se pone en mi camino y tropiezo.