Cap 4.- Enferma.

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Tenía el bigote y la barba un poco crecidas, apestaba, no había dormido casi nada, tenía hambre, y maldecía a Nelly. Rep nunca fue el mejor amigo de ella, pero sí era lo más cercano a un "resuelve problemas" que pudiera clasificar en una escala de prioridad.

Tenía diez minutos desde que había bajado del avión, aun no podía creer lo que estaba haciendo, todo con tal de que la señorita no siguiera interrumpiendo su delicado sueño, aunque quizá sí necesitaba su ayuda, tal vez era algo muy importante, aunque conocía a Nelly, ella solía arreglar las cosas por sí sola y a su manera, ¿entonces qué la habría orillado a pedirle que fuera a verla?

–¡Llegué! – gritó ella bajando de un auto negro, quien conducía usaba gafas oscuras y una mueca de inconformidad.

–Gracias al cielo, ¿por qué mierda tardaste tanto? ¡Está helando y yo vengo en pijama! ¡Me urge orinar! – comenzó él con un buen saludo.

–Perdón, tuve una pequeña discusión antes de venir.

–¿Y el auto ese? – apuntó la dirección del auto con su barbilla.

–Es de Alex, me trajo – respondió intentando hacer que su voz sonara molesta, pero bajo esa capa de imitación de una niña berrinchuda, la mujer sonreía libremente.

–¿Quién es Alex? – preguntó dormitando – ¡NO ME DIGAS! ¡HABLAS DE ALEX! ¡ALEX TURNER! ¡TU EX! ¡PERO QUÉ...!

–¡SH! ¡Baja la voz!

–¿Pero qué mierda?

–Sube al auto, ya puedo ver tu orina...

–Espera, ¿cómo es que él te trajo?

–Rep, te explico allá.

–¿Allá en dónde? ¿en dónde has estado viviendo?

–Llevo un día desde que...

–¿Y ese pijama? ¿Cómo encontraste a Alex? ¿Por qué tiene esa cara? ¿Y por qué no sonríes? ¿Por qué me llamaste?

–Ya sube, culo – rodó los ojos y lo tomó de la muñeca para guiarlo, él tomó su maleta de un segundo a otro y comenzó a caminar despreocupadamente. Antes de abrir las puertas se giró a mirarlo con seriedad y con ojos amenazantes –. Me sigues el juego – ordenó, abrió la puerta de copiloto y entró primero ella –. Listo, gracias por traerme.

–De nada – contestó Alex apartando su vista hacia la ventana, luego arrancó el auto.

–Y... Ram está preocupada por ti, Nelly, dice que no has comido en los últimos días, y que deberías dejar el tabaco y la bebi....

–Amor, ¿quieres callarte? Eso lo hablaremos en privado – interrumpió la oración de Rep lo más pronto posible.

Ciertamente nada estaba planeado, Rep no entendía nada. Pero Alex le daría un giro significativo a ese adjetivo que ella usó para referirse al chico de atrás, frunció su ceño, estaba molesto, demasiado molesto. Ella con novio, no lo imaginaba, quería desertarlo del auto, y robársela un segundo, pero mejor era dejar de imaginarse cosas y seguir con las manos en el volante y la vista al frente.

–Sí, cariño – Rep calló durante gran parte del camino, aunque en cierto punto llegó a tener la necesidad de mandar un mensaje pidiendo explicación, y si tan sólo ella le hubiese explicado antes de entrar al auto, ahora no se sentiría tan incómodo por el juego que se estaba llevando a cabo.

Al llegar a la casa de los Turner, Alex decidió sacar su lado engreído y arrogante, bajó del auto, le tiró las llaves desde el aire a Rep, que por suerte y habilidad las atrapó con ambas manos, y entonces se metió dentro de la casa, azotando la puerta, y dejando a la pareja desconcertada y aturdida por su comportamiento.

Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora