Cap 28 .- Ella está conmigo

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Querida Nelly, hablo contigo desde mi mente porque creo que no tengo el valor para hacerlo frente a ti: me gustan tus besos, son diferentes, dulces, suaves, exquisitos, sin reglas, prohibidos, ansiosos, me encanta cuando abres tu boca de una manera sublime ante el tacto de mi lengua, es como ver el florecer de un botón de rosa, como ver a la mariposa salir del capullo, como ver el momento en el que cae el agua de una cascada, de un grifo, de una llave, de una regadera, es todo lo maravilloso que se pueda ver en el mundo.
Estabas dormida en mi cama, y desperté justo cuando el sol comenzaba a pegar sus rayos de luz sobre tus párpados, fue lo más hermoso que había visto, dormida mientras yo miraba, tu respiración tranquila como la de un recién nacido, parecía que no tenías ningún temor, tus labios relajados, ansiaba despertarte con un beso, tu cabello esparcido por la almohada, no eras la visión más erótica ni sexy de todo el mundo, y quizá por eso me gustaste más, te veías tan inocente, indefensa, de porcelana. Hubiera hecho lo que fuese para poder haber dormido abrazado a tu diminuta cintura, como aquella noche en que dormimos juntos. Pero alguien siempre me detiene, es un recuerdo vago de una mujer, cuyo nombre aun tengo presente; querida Nelly, no puedes ser mía y no puedo ser tuyo, ¿aceptas estar en mis pensamientos?

Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora