Cap.- 6 Si te digo las cosas

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Los miraba platicando desde adentro, con un sorbo de café en la boca, que no ardía menos que el odio que sentía en la piel, y una taza del mismo cargado y sin azúcar. Desde su inconsciente escuchó los zapatos de Miles bajar peldaño por peldaño, y con los pasos ya contados, esperó alrededor de diez segundos para saber que él ya hacía a una distancia prudente para decirle en tono firme lo que pasaba por su cabeza en ese instante.

—Me resulta nefasto verles aquí — un sorbo se agregó a su boca.

—Pensé lo contrario antier.

—Pensaste mal. Es irritante escucharla a cada rato, pero conoces a Penny, insistió y lo hizo muy bien — apretó la mandíbula al ver que ellos reían a carcajadas.

—Lamento que te enterarás de eso, aunque no fue menos incómodo de cómo ella se enteró de lo tuyo.

—¿De qué hablas, Miles? — se giró para verlo. Su amigo mordió una manzana verde y mirándola le respondió.

—Esta bella manzana es Nelly... — comenzó —, tú café asqueroso eres tú, y la taza es Taylor... — Alex hizo una mueca para ponerle atención a su gran metáfora distorsionada —. Esta linda manzana llega a Sheffield para buscar al café, pero resulta que el café ya se consiguió una nueva conquista y... ¡Maldita sea! ¡Está jodidamente decepcionada!

—¿La manzana?

—Olvida la manzana. Hablo de Nelly.

—Claro que no. Está muy feliz andado con ese tal Rep.

—Velo como gustes, pero a mí no me cuadra el asunto de ellos dos, así como no me cuadra el tuyo con Taylor.

—¿Qué tiene que ver Taylor?

—Sé de dónde salió, y qué bajo caíste.

—No era amiga de Nelly, ella me lo aclaró. En cambió Nelly insinuó cosas acerca de ti, eso es un descaro porque sabe que somos casi hermanos, y es imposible, porque ella aun...

—¿Qué? — lo miró retando — ¿Aun es tuya? ¿Es eso?

—N...no — evadió la pregunta de Miles al girarse para seguir observándolos, pero ellos ya hacían caminando de nuevo a casa —. ¡Qué gran mierda! ¡Ahí vienen!

Se giró para seguir mirando a Miles, ambos guardaron silencio, aunque Miles intentaba decir algo, algo que no supo cómo expresar. Y en ese mismo instante Taylor Bagley se apareció, Alex le sonrió rápidamente y la atrajo a su pecho, abrazándola. Los ojos de Nelly toparon su acto, pero parecía no importarle, solo seguía riendo de alguna estupidez de Rep.

—Está helando allá afuera — rio.

—¿Pedimos que dieras el clima? Lo dudo — expresó Alex con desdén.

—Eh, Miles. ¿Te parece si salimos los tres a comprar algo de ropa?

—Claro — respondió sonriente.

—Miles, quedaste con nosotros — intervino Taylor.

—Oh, yo...

—Lo prometiste, se le prometiste a Alex.

—Cambió de opinión — dijo Nelly mirando directamente a Taylor.

—Quizá lo olvidó. Vendrá con nosotros.

—Lo dudo.

—¿Por qué no se lo preguntas, niña boba?

—Nelly, yo... — comenzó a decir Miles, pero este fue interrumpido abruptamente.

Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora