Capítulo 25.- Used to be my girl

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Regresamos con lo demás, perdiendo la hora totalmente. Al parecer habíamos pasado desapercibidos porque ya todos estaban en sus casas de acampar. Nelly y yo nos miramos, la fogata aún ardía en el centro, así que decidimos sentarnos un poco más cerca de. Comenzó ella hablando sobre su pasado, un frío pasado, nunca supo qué había hecho mal, y quizá nunca lo sabría, pero a pesar de los malos tratos de su familia los amaba y le afectaba, de cierto modo, hasta el día de hoy.

ꟷLe dije a Miles que quizá de este modo ꟷ se calló por un instante, mientras su mirada se perdía en el fuego ꟷ, no lo sé, Al, tal vez me... tal vez pueda verlos.

ꟷQuizá sea verdad, sin embargo, ellos deberían aceptarte tal como eres; mejor dicho, ellos debieron estar contigo desde siempre. No sabes lo mucho que se han perdido de ti y de tus logros.

ꟷAlex, estamos envejeciendo, no puedo seguir comportándome como una chiquilla.

ꟷSólo tienes 25.

ꟷCierto ja ja ꟷ suspiró profundamente viendo el vacío ꟷ, pero, me siento triste, ¿sabes? Trato de ignorarlo, trato de... no sé, estar bien, pero siempre está presente, tú no lo entenderías.

ꟷTrato de hacerlo, quisiera imaginar tu sentir, pero... quizá lo que he vivido yo no se compara a lo que has vivido tú e... intento ser empático, lo juro.

ꟷLo sé, Al. Eres bueno, aún queda un poco de luz en ti, con todo y tus defectos, y por eso te quiero.

ꟷTe quiero el doble ꟷ le sonreí y le di un casto beso en los labios.

ꟷBien, iré a dormir, descansa, ¿sí? ꟷ se levantó apenas yo asenté. La vi desaparecer tras su tienda de acampar.

Me quedé ahí todavía unos minutos más. Era el momento ideal, había esperado tanto tiempo para esto, así que lo haría ya...

Saqué mi cuaderno de letras, mi guitarra, una cajetilla de cigarros, y comencé a escribir línea tras línea, y acorde tras acorde, la practiqué un par de veces hasta que quedé satisfecho, sólo harían falta un par de arreglos, por la mañana se la mostraría a Miles; y entonces así nacería "She does the Woods".

A la mañana siguiente exploramos un poco, hicimos caminata, comimos juntos, le mostré a Miles la canción mientras todos se habían ido a jugar no sé qué deporte; a él le fascinó y me confesó que el entusiasmo no se había ido en él, pero que simplemente carecía de inspiración, dijo:

ꟷEs como si todo fluyera tan bien que no necesitara de algo más, no tengo nada que decir, estoy... bien, pero sólo eso, sólo bien.

Con ese pensamiento regresamos a Aneccy.

Mi inspiración volaba, todos los días una hoja se llenaba, como una especie de diario, pero tampoco quería contar mi vida personal a través del escenario. Por otro lado, Miles dijo que estaba trabajando en una estupenda canción que hablaba sobre él, y sobre mí, pero no quiso mostrarla en seguida.

Nelly parecía tranquila, su estado de salud era bueno, pero no excelente, y eso aún me inquietaba, lo más que quería era verla bien, extrañaba su energía extrema, extrañaba su rebeldía. Albert y ella se habían vuelto buenos amigos, los veía riendo y contándose cosas; fue difícil para mí luchar con mis celos, pero quise tomar el consejo de James. Los amigos de Miles desaparecían tan rápido como aparecían, eran seres extraños, propios de Paris y las aventuras, quizá Gloria era la aventura de Miles pero eso no lo podría saber sino hasta que él me lo dijera, así como yo se lo haría saber acerca de Nelly y yo.

Así pasaron días.

Por las tardes Nelly y yo paseábamos por las calles de Annecy, tomábamos café en locales finos o austeros, nos gustaba comparar el sabor, y a ella siempre se le hacía más agradable cuando se trataba de un lugar sencillo pero cálido. Solíamos tomarnos de las manos, solía cargarla en mi espalda y caminar con ella unos cuantos pasos, e incluso ella trato de enseñarme unos pasos de baile y vueltas de vals, pero mis pies eran torpes. 

Después vino lo mejor... o lo peor, quizá.




Una pequeña actualización 🥺 Esto aún no termina.

Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora