Capítulo 5: ¡El príncipe ha desaparecido! (Parte 1)

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- Dexter, ¡sal de mi habitación! Alguien podría verte.

Ya había anochecido y, después de cenar, Bombón encontró a Dexter en su habitación. Estaba de lo más serio, sentado en el suelo junto a la cama.

- ¿Y qué si me ve alguien?

- Mira la hora que es, qué van a pensar si ven a un chico salir de mi habitación... - explicó nerviosa.

- Que piensen lo que quieran, me da igual - contestó mientras se levantaba del suelo.

- Puede que a ti no te importe, pero a mí sí. ¿Qué estás haciendo aquí?

- Bombón... - dijo en voz baja. - Ayer te escuché hablando con las chicas. Y lo que escuché no me dejó indiferente.

- ¿Me estabas espiando?

- No cambies de tema. Escuché alto y claro que estás prometida y te vas a casar. Bueno, eso si el tipo no cambia de idea antes. ¿Por qué no me lo habías contado?

- Me enteré la noche de mi cumpleaños. Te lo habría dicho un día de estos, pero por lo visto no era necesario, aquí las paredes y las flores tienen oídos.

- ¿Y en serio piensas casarte con ese tipo? ¡Si ni siquiera le conoces! - Bombón frunció el ceño y se acercó a la ventana, huyendo de la mirada acusadora de Dexter. - ¿Por qué no les dices que no quieres y ya está?

- Tú no lo entiendes - murmuró.

- Pues explícamelo.

- No puedes entenderlo, Dexter. Es mi obligación, soy una princesa, hago esto por mi reino.

- ¿Y qué hay de ti? No vas a ser feliz con ese hombre.

- Eso no lo sabemos. - replicó.

- Bombón, te amo. - ella le miró como si estuviera loco. - Te amo, y sé que tú sientes lo mismo. Cuando te besé pude notarlo en tus ojos.

- Dexter, ¿te estás oyendo? - preguntó mientras daba un paso hacia atrás y se sonrojaba - Eres mi amigo, el otro día me besaste y es cierto que me sentí... extraña, nunca me había besado un chico, pero creo que te estás precipitando al decir eso.

- No te creo, somos amigos pero siempre ha habido una conexión especial entre nosotros. Sé que me quieres, puedes negarlo pero en el fondo sabes que es así.

- Estás desvariando, por favor sal de mi habitación.

- Escúchame, Bombón - cogió sus manos entre las suyas - podemos estar juntos. Huyamos de aquí, tú y yo.

- ¿Pero te has vuelto loco?

- Sí, por ti. Piénsalo, podríamos empezar una nueva vida en otro sitio. Si...

- Basta - le interrumpió. - No me voy a ir a ninguna parte. Me guste o no, tengo obligaciones, y una de ellas es aceptar este matrimonio para que haya paz. Tú eres mi amigo y te quiero como tal, pero nada más.

- Dime una cosa, si sintieras algo por mí, ¿me lo dirías?

- No... No lo sé... y aunque sintiera algo por ti no podría estar contigo. Y ahora si no te importa me gustaría que se acabara esta conversación tan incómoda.

- Está bien, pero quiero que pienses en ello, en qué prefieres; estar con quien ha sido tu amigo durante tanto tiempo, que te ama, y hacia el que tienes sentimientos, sean de la clase que sean, o estar con un desconocido al que no conoces de nada.

Bombón no dijo nada, pero sus ojos se humedecieron. Dexter tampoco añadió nada más antes de irse.

Aunque intentaba mantener la compostura, la chica estaba asustada y confusa. Y las palabras de Dexter sólo empeoraron las cosas.

Los colores del amor - (PPG y RRB).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora