Brick cumplió lo que le dijo a Bombón y en los días que siguieron después de esa conversación dejó de esquivarla, pero también dejó de molestarla como antes cuando se quedaban a solas. Ella en el fondo extrañaba a ese Brick descarado que se le acercaba sin permiso y que en ocasiones la besaba fugazmente.
A pesar de que su imperturbable cara de seriedad y el ceño ligeramente fruncido seguían a la orden del día, ahora el pelirrojo se portaba mejor, mantenía las distancias pero había dejado de evitarla, de vez en cuando le comentaba lo que hacía y le enseñaba algunos documentos, y por insistencia de Mojo comía en la mesa con ella dos veces al día. No había vuelto a mencionar nada de lo sucedido antes ni después de la boda, ni a Dexter, ni a "esa chica" por la que la había dejado de lado.
Realmente no la había dejado de lado, porque nunca estuvieron muy unidos, pero estaba celosa de todas formas. La idea de Brick pensando en la otra la torturaba y aunque seguía repitiéndose a sí misma que era imposible, él le gustaba. No era simple atracción lo que sentía por él, había algo más. Pero si antes no estaba dispuesta a aceptar lo que empezaba a sentir, ahora sí que no iba a hacerlo sabiendo que él quería a otra. ¿Qué sentido tenía?
Y sin embargo, con el tiempo, esa atracción que sentía solo iba en aumento.Un día mientras comían, vio que estaba distraído removiendo la sopa con la cuchara y preguntó como si no le importase:
— ¿En qué piensas?— En nada — contestó Brick de inmediato sin siquiera levantar la mirada de su plato.
— Ya... ¿y esa "nada" tiene nombre?
— Sí, uno muy dulce.
A Bombón no le había gustado esa respuesta, y temiendo que Brick tuviera la desfachatez de restregarle por la cara el nombre y posiblemente alguna información extra sobre su enamorada, dejó ahí la conversación.
El lobo había crecido visiblemente en las últimas semanas y ya no dormía en la cama con ellos, sino en un cojín que habían puesto frente a los pies de la cama especialmente para él. Sin el peligro de que Snow le lamiera la cara, Brick ya no tenía que dormir siempre de lado sino que podía dar tantas vueltas como quisiera. Bombón aprovechaba los momentos cuando, por casualidad, podía mirarle disimuladamente mientras él dormía.
Lo que ella no sabía era que él hacía lo mismo y se quedaba contemplándola cuando estaba dormida. Porque efectivamente, tal y como le había dicho Mojo, el hecho de alejarse de ella no le ayudaba. No solo no podía sacársela de la cabeza, sino que la necesitaba más con cada día que pasaba. Los ratos que se acercaba a ella con cualquier excusa como hablar de algún trato que estaba cerrando o alguna medida que pensaba tomar para el progreso del reino, se le hacían demasiado cortos.
Echaba de menos poder rozar sus labios, aunque solo fuera por unos segundos...................................................
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Narra Robin
No sé si esto que me pasa es bueno o malo, si tengo que sentirme más o menos culpable, ni si mi amigo Phil me lo perdonará si se entera, pero mi prometido Anthony me gusta. Es guapo, encantador, detallista... lo tiene todo, y me trata como a una princesa. Bueno, no literalmente porque yo soy una princesa, lo que quiero decir es que es muy bueno conmigo.
Desde que llegué a Lirixia hace unos días con algunos consejeros y mis padres para preparar todo lo relacionado con nuestra boda, ha estado pendiente de mí todo el tiempo. Me ha llevado a pasear por varios parques hermosos, me ha hecho muchos regalos y me ha llevado a comer y merendar a restaurantes increíbles.
No exagero si digo que me he sentido como en un cuento de hadas. A veces pienso que es demasiado bonito para ser verdad, pero de momento no puedo quejarme de nada.
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Los colores del amor - (PPG y RRB).
FanfictionEn un mundo mágico dividido en ocho reinos... Bombón es una princesa que ha crecido con la idea de que algún día encontraría a su príncipe azul y se casaría con él, pero todo cambiará cuando descubra que tiene que casarse con un completo desconocido...