Capítulo 41: Novia falsa.

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Tanto en Nordixia como en Carixia la mañana amaneció lluviosa y así continuó durante todo el día. Unas nubes grises que parecían no tener fin acaparaban todo el cielo y de ellas caían millones de finas gotas de agua.

Bellota observaba cómo las gotas repiqueteaban contra la ventana de su habitación. Había regresado a casa la noche anterior, pero eso no significaba que las cosas se hubieran arreglado; más bien al contrario. Al final su tía no había contado que la había visto besándose con Butch, pero había insistido en que debían tomar medidas para controlarla porque era demasiado rebelde y difícil de corregir.
La tía Petunia estaba totalmente convencida de que había una única forma eficaz de, según sus propias palabras "meter en cintura a su sobrina", y era buscarle un buen marido; así como también estaba firmemente decidida a encontrarlo.

Al padre de Bellota no le pareció bien lo que su hermana le decía, no estaba a favor de un matrimonio obligado. Sin embargo, bastó con que Petunia le convenciera de que si Bellota seguía igual, la gente pronto empezaría a hablar y eso la afectaría sobre todo a ella. La buena reputación que tenía por ser una gran espadachina y una ciudadana ejemplar, además de representante del reino en los Campeonatos de Fuego y amiga de la que hasta hacía poco era la princesa del reino, se iría al traste.
Algo tan simple como una aventura amorosa fuera del matrimonio y de cualquier tipo de compromiso bastaría para que la gente se hiciese una idea equivocada de ella. Era su moral la que estaba en juego. El señor Price, al pensar en ello, llegó a la conclusión de que la mujer tenía razón. Y si una institutriz con tantísima experiencia como ella decía que la forma de zanjar la rebeldía de la morena era casándola, pues por el propio bien de la chica así sería. La madre de la chica se limitó a darles razón a su esposo y su cuñada.

Bellota confiaba en que finalmente cambiarían de idea y no la harían casarse contra su voluntad, ellos no eran así. Pero por otra parte también recordaba que Bombón había dicho lo mismo poco antes de que le anunciaran su matrimonio pactado.

Escaparse ahora ya no era una opción, pues además de darles un disgusto a todos, sería como confirmar todo lo que su tía Petunia había dicho de ella y no estaba dispuesta. La morena se había portado bien el tiempo que estuvo en esa casa, o mejor dicho cárcel, que su tía había bautizado como "Villa Rectitud". Lo único que había estado fuera de lugar había sido la visita inesperada de Butch. Y sin embargo ahora la mujer no tenía reparo en explicar que no le hacía caso, que le contestaba sin educación alguna y que no quería entender que lo que hacía estaba mal; todo lo que hacía.

Lo que la hacía sonreír en medio de aquella situación tan injusta y tensa era recordar las palabras de Butch y cómo la había besado. A lo mejor no era sincero, o tal vez sí, pero de todas formas lo que le había dicho le había derretido el corazón, la había ilusionado. Le costaba creer que hasta hacía poco estaba convencida de que ningún hombre podría hacerla sentir lo que sentía en esos momentos, las famosas mariposas en el estómago. Tal vez, y solo tal vez, se había enamorado.

Pero por muy bonito que sonara todo eso en su cabeza, la realidad era que las cosas se le habían complicado bastante y no sabía con seguridad cómo iba a terminar todo. Además, Butch no era lo que la gente llamaba "un buen partido", y si algo tenía claro, era que él no buscaba compromisos. Después de todo, él mismo había confesado que era un mujeriego. Y si su familia se enteraba de ese pequeño detalle, las cosas se pondrían aún más feas.

Había sido bonito mientras había durado, ahora solo quedaba esperar a ver si las cosas se calmaban y si su tía la dejaría en paz o estaba decidida a amargarle la vida.

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Boomer había ido al puente a buscar a Burbuja tal como habían quedado. La lluvia continuaba cayendo, pero el plan seguía adelante.
Ayudó a la chica a subir al caballo blanco con manchas negras que había llevado para llegar más rápido y no mojarse demasiado en la lluvia y partieron hacia la casa del chico.

Los colores del amor - (PPG y RRB).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora