Los colores del amor - (PPG y RRB).

Capítulo 25: Noche intranquila.

— Que estás... ¿qué? ¿Enamorado?

La madre de Boomer, estupefacta, parpadeó un par de veces y arqueó una ceja. El chico sintió el calor subiendo por sus mejillas y se preparó mentalmente para el interrogatorio que seguramente vendría a continuación. Pues obviamente su madre querría saber quién era la chica.

— ¿Lo dices en serio, Boomer? ¿No tendrás fiebre?

— Sí, mamá, es la verdad.

— ¿La conozco? ¿Cómo se llama? ¿Es de nuestro reino? ¿Cuánto hace de...?

— Cálmate, por favor — la interrumpió el rubio. — No, no la conoces y no es de nuestro reino, es de Nordixia. Sé que no te parecerá bien, pero ahora que nuestro rey y la princesa Bombón se casarán eso ya no será un problema.

La señora Watson bufó y apretó la mandíbula, aquella conversación no le estaba gustando, pero forzó una sonrisa. Por una vez que su hijo mostraba interés por alguna chica...

— Está bien, hijo. Dejando el conflicto de los reinos aparte, dime, ¿cómo es ella? ¿Es de buena familia? ¿Cómo se llama?

— No puedo decirte su nombre — la mujer frunció el ceño. — Y tampoco conozco a su familia, así que no puedo responder a tu pregunta porque no tengo ni idea.

— O sea, que estás enamorado de ella pero no sabes nada más que su nombre. Empiezo a creer que intentas mentirme y esa chica ni siquiera existe.

— ¡Claro que existe, la conozco desde hace años! Que no sepa detalles de su vida familiar no significa que no sepa cosas de ella como que es una persona maravillosa, de un gran corazón, además de adorable y una excelente tiradora.

— Suponiendo que eso sea cierto... ¿ella lo sabe? ¿Sabe que te gusta? — preguntó y cruzó los brazos. Boomer suspiró.

— No, no lo sabe.

— Muy bien. ¿Entonces qué hago yo con esta información? ¿Le digo a la pobre Brat que tienes un amor platónico, que ni siquiera sabes si es correspondido y por eso no quieres darle una oportunidad a ella, que sabemos con certeza que está coladita por ti? — soltó del tirón sin respirar apenas.

— No empieces de nuevo, por favor. Dijiste que le dirías que se marchara si te daba una buena razón para no querer salir con ella — replicó desesperado. — Te la he dado, me gusta otra chica. ¿Podemos zanjar ya este tema?

La mujer empezó a tocarse el sombrero azulado que llevaba puesto, fingiendo que trataba de acomodárselo. El ojiazul esperaba que comenzara a regañarle o a insistir de nuevo con lo de Brat, pero para su sorpresa, su madre parecía bastante serena.

— De acuerdo, Boomer. Eres mi hijo y quiero que seas feliz, por eso voy a darle una oportunidad a esa chica para que me demuestre que es digna de ser mi nuera.

El corazón Boomer dio un vuelco y los nervios se apoderaron de él. ¡Si ni siquiera sabía si la chica sentía lo mismo por él!

— Pero mamá, ya te he dicho que...

— No hay más que hablar. Solo quiero conocerla, no le diremos la razón. ¿Está aquí ahora, en este reino? — el rubio asintió. — Perfecto. Te diré dónde y cuándo será el encuentro, hay que darse prisa. Y ahora si me disculpas — la señora le dio un beso en la mejilla a su hijo — me marcho. Aunque no lo creas, he tenido un día bastante duro.

— Hasta mañana.

Genial. Ahora sí que estaba metido en un buen lío. ¿Cómo iba a decirle a Burbuja que su madre quería conocerla? Aquello no podía salir bien de ninguna manera...