Los colores del amor - (PPG y RRB).

Capítulo 17: Un reencuentro y un espectáculo desastroso.

— ¡Quieto, tengo un arma y no me da miedo usarla! — chilló Burbuja, pero dejó caer la navaja al suelo en cuanto vio quién era la persona que tenía delante.

Por un instante sintió que se le detuvo el corazón para luego comenzar a latir a mil por hora. Ahí estaba, fue capaz de reconocerle a pesar de que habían pasado tantos años. Y le habría reconocido entre un millón porque realmente nunca se había olvidado de él.

El rubio rascó la nuca, nervioso a la par que emocionado. ¿Pero qué se suponía que debía decir en esa situación? Estaba siguiéndola y de repente ella le había descubierto y, al parecer, también le había reconocido. ¿Debía disculparse, o darle una explicación? Finalmente, casi sin que se diera cuenta y sin que dijera nada, se dibujó una tierna sonrisa en sus labios al recordar el momento cuando se conocieron de pequeños. La reacción no se hizo esperar, a Burbuja se le humedecieron los ojos al ver esa sonrisa: la sonrisa de su amigo de ojos azules.

— Tú...

Boomer pensó que le echaría en cara que dejó de acudir al puente para entrenar y charlar, pero no fue eso lo que ocurrió. La rubia rompió a llorar y le abrazó con fuerza, como si quisiera retenerle ahí y que no volviera a marcharse. Él no lo dudó y correspondió al abrazo, qué bien se sentía... Y en ese instante cayó en la cuenta de que era la primera vez que tenían contacto físico, pues debido a la Frontera, antes no habían podido tocarse siquiera.

— Burbuja, no llores.

— Creía... que ya no volvería a verte nunca más...

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— Te digo que hay algo muy extraño en esa chica, lo he sentido. Estoy seguro de que tiene poderes mágicos, en cuanto la conozcas en persona me darás la razón.

— Pero Anthony, eso no tiene ningún sentido. A ver, ten en cuenta que la reina del Sur está en este mismo reino, puede que la energía que percibiste fuera la de su bebé.

— No, estoy convencido de que era Robin quien desprendía esa aura mágica. Y si no, ¿cómo se explican el calambre y el trueno?

— ¿Amor a primera vista? — bromeó el hombre y rió a carcajadas. — No te obsesiones, chico, seguro que hay alguna explicación lógica para todo esto.

— Sin embargo las dudas no me dejan tranquilo. ¿Y si nos hemos equivocado? ¿Y si la elegida es otra y no ese bebé? ¿Y si fuera Robin?

— No digas eso — el rostro del tipo se ensombreció y su voz se volvió más grave — no es posible. Mis cálculos no pueden ser erróneos, llevo tantos años esperando... Este tiene que ser el año en que nazca la sexta elegida y estaremos preparados para actuar. ¿Entendido?

— Lo sé y yo también estoy impaciente por llevar a cabo nuestros planes, pero... me escama este asunto. Por eso quiero que conozcas a Robin cuanto antes, ¿te parece bien mañana?

— Si así te quedarás más tranquilo, está bien. Mañana iré contigo a conocerla.

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— ¿Bombón? ¿Burbuja? ¿Hola?

Bellota caminaba sola por las calles de la Ciudad de Fuego, que ya estaban prácticamente desiertas. Seguían cayendo copos de nieve, pero no tanto como hacía un rato aunque el frío era el mismo.

Entró en un callejón que resultó no tener salida, así que dio media vuelta para marcharse. Quizás Bombón se había ido al castillo mientras la buscaban, y era probable que Burbuja hubiera vuelto ya al hotel donde se hospedaban. Mejor sería irse y esperar alguna noticia.