Un San Francisco

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Pasan un par de días más y me mensajeo con Brendon y la verdad es que lo echo de menos... Pero es viernes y estoy contenta. A parte de ser viernes, lo estoy por Holly, que ya está libre y por fin nos podemos ir a hacer una de nuestras noches, que desde que Dan y Brendon llegaron a nuestras vidas no pudimos repetir. También estoy contenta de no recibir ninguna nota en el buzón, a pesar de que Brendon pasase el fin de semana en mi casa.

Salimos del trabajo y he traído mi casco de repuesto para ir las dos a mi casa a arreglarnos. 

En el portal y los buzones, aprovecho para sacar el correo. Dos cartas y un trozo de papel. 

"Luego no digas que no te avisé, aléjate de él o me obligarás a tomar medidas drásticas".

Poco me ha durado la alegría, al leer la nota me recorre un escalofrío desagradable por el cuerpo. Pero siempre dicen que es mejor pasar de las notas y del acoso...¿no?

-¿T/N? ¿Estás bien?-Pregunta Holly, que me ve parada- ¿qué es este trozo de papel? 

-Nada- le respondo con fingida tranquilidad mientras intento recuperar la compostura- que hay reunión de vecinos, tendré que llamar a mi casero-aprovecho para esconder la nota entre los sobres. 

Llegamos a casa y Holly deja su bolsa en el sofá.

-Buff, no sabes lo que me ha costado que Dan me dejase salir contigo hoy.

Yo, que voy de camino hacia mi cuarto, decido no contestar y soltar un "MMMM" de respuesta. ¿De qué coño va este tío? 

Entro a mi cuarto y decido que me pondré un vestido rojo de manga corta y algo corto, unos tacones negros y mi choker negro favorito. Salgo ya vestida de mi habitación y Holly se está acabando de cambiar en el comedor. Aprovecho y voy a la encimera de la cocina a servir dos vasos de agua y busco a Evie con la vista, no la he visto desde que he entrado en casa. 

-Oye T/N, dile a Evie que salga de ahí. 

Me giro y veo a Holly mirando a su bolsa, incrédula  y dos orejitas negras saliendo de la bolsa de deporte de mi amiga. Empiezo a reír. 

-T/N, no seas cabrona, ¡no te rías!- me chilla Holly, falsamente indignada, pero partiéndose de risa- Evie, Ts Ts!

Evie pone cara de no entender nada pero de pronto se acuerda que ha dejado una caja de cartón sin arañar y se va corriendo. Holly, que lleva un vestido de tirantes tipo charlestón, me hace una señal mientras saca sus utensilios de maquillaje. 

-Anda, ven T/N, que te maquillo y tú me peinas. 

Durante un cuarto de hora cierro los ojos, miro a un sitio, a otro, hago morritos y noto brochas por todas las partes de mi cara. 

Levanto mi móvil para usarlo de espejo y veo que mi cara está mucho más lisa, con mis mejillas con un toque de iluminador muy brillante, smoky eyes en negro en mis ojos y pintalabios casi negro. Me quedo unos instantes admirándome y con un chute de autoestima. 

-Chochete, te superas- le digo a Holly.

Me voy a buscar las tenacillas para ondularle el pelo a mi amiga y su cabello no opone mucha resistencia. Mientras ella se maquilla, yo aprovecho y me hago una coleta alta, con ondas  pequeñas en el cabello. 

Saco el móvil, me hago un selfie sonriendo y decido mandárselo a Brendon. 

"Oye, ¿dónde vas tan guapa? :P

-Me voy con Holly por ahí. ¿Tú qué haces?

-A parte de echarte de menos, tomando whisky con Dallon y Zack en mi casa"

Y lo siguiente que recibo es un selfie de Brendon haciendo morritos, Zack detrás con cara impasible y Dallon mirándole con cara de asco. 

"-Eres idiota Beebo- le mando un audio riendo.

-Sí, pero TU idiota.- me teclea. "

Y me recorre un escalofrío muy agradable. Todo esto pinta bien. 

Acabo de ponerlo todo a sitio y Holly y yo salimos al bar de cócteles que hay a la esquina de mi casa. En un flash, recuerdo la mancha en el brazo que le vi hace una semana larga a mi amiga y aprovecho que está distraída y le miro las extremidades rápidamente. Todo parece en orden, debía ser un tema sin más. 

Llegamos al local y la música está algo alta y encontramos un reservado algo al fondo del local, que está lleno de gente de nuestra edad que busca escapar de su rutina diaria. El camarero viene rápido y le pedimos dos San Francisco. Holly baja un momento la vista a su teléfono.

-Dice Dan que nos lo pasemos bien. 

-Guay, dile que gracias-atino a decir, sorprendida. 

Nos traen la bebida y nos concentramos en beber. Charlamos un poco de sus caracterizaciones y del invitado idiota que vino el jueves, que pidió que en la sala de espera hubiese sólo m&ms de color azul. 

Acabamos la bebida y pedimos la cuenta, justo cuando noto dos ojos azules clavados en mí a pesar de la oscuridad del local. 

Me corre un escalofrío por la espalda. Es un chico que se parece, en lo poco que le he visto, a Dan. ¿Qué hace aquí? Aparto la vista un momento y desaparece, habrán sido imaginaciones mías. Holly no ha visto nada y tampoco le quiero decir nada. 

Al poco, decidimos movernos de local y vamos a una discoteca que está a una manzana  y me encuentro con el becario de producción, Charles, que está por ahí con sus amigos. Le saludo y Holly y yo nos metemos en la pista de baile, que brilla por las luces y el DJ pincha música House y éxitos del momento. 

Después de cantar a gritos más de una canción y bailar hasta que nos duelen las piernas, nos damos cuenta que nos ha subido el cocktail un poco y nos reímos de todo. Hasta que veo otra vez esos dos ojos azules clavados en nosotras. Es el mismo chico del bar que se parecía a Dan... Él se acerca un poco más a nosotras y Holly sigue sin enterarse de nada... es Dan. Nos ha seguido. Al darme cuenta de esto se me baja totalmente la poca borrachera que llevaba encima y se me remueve el estómago del disgusto. Mi única preocupación es que Holly no se entere. 

Sigo sin decir nada a Holly y tampoco se lo digo cuando se va a su casa en taxi. Yo cojo otro y me voy a casa. Me quito los tacones al entrar y me tiro en el sofá, dónde me duermo mirando al techo. 

Victorious (Brendon Urie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora