Under the sea

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Salimos del agua después de haber estado un rato nadando, hundiéndonos mutuamente y abrazándonos. Pasamos por la casa corriendo y de puntillas, para no mojar mucho y me trae buenos recuerdos de Brighton. Cuando por fin nos pudimos sincerar el uno con el otro y empezar esta relación. Sonrío por lo que estoy pensando mientras los dos entramos mécanicamente en el baño y veo que Brendon está mirando.

-¿Qué te hace sonreír?-me pregunta con ternura apartándome un mechón de cabello de la cara.

-¿Esto no te recuerda a Brighton? Tú y yo saliendo del agua corriendo para no mojar nada.

-Sí- sonríe- con la diferencia de que aquí no amenaza lluvia en cualquier momento y que ahora no estoy tan nervioso como lo estaba entonces. 

Sonrío y le miro con ternura. Me pasan unas mariposas en el estómago recordando la playa de Brighton. Paso el pulgar por la mejilla de mi novio y lo atraigo a mí para besarlo. Me mantiene cerca de él rodéandome la cintura con uno de sus brazos. 

Interrumpo la sesión de besos cuando noto que empiezo a temblar y me separo. Brendon me mira, dubitativo.

-Me estoy congelando, necesito una ducha- afirmo, ante su mirada- ¡Voy yo primero, tengo el  cabello más largo! - le digo  con una cantarella infantil y corro a meterme en la ducha. 

Cierro la mampara con una risa, me desnudo y dejo el bikini colgando por donde he entrado. Brendon, que aún sigue alucinado, abre la mampara de golpe cuando empieza a caer el agua caliente. 

-No,no,no preciosa- intenta explicar serio, pero es obvio que se le escapa la risa- hay algo que podemos hacer por el planeta. ¿Y qué es, te preguntarás?

La mirada que estoy echando seguramente debe expresar lo que estoy pensando "¿En serio?". 

-Pues, cariño mío- continúa explicando como si fuese un vendedor ambulante-  hay que ahorrar agua, así que  nada de colarse por tener el pelo largo y muy bonito por cierto, toca ducharse juntos porque..

Me duelen las costillas de reírme y lo atraigo hacia mí. Le doy un beso largo y al terminar, se queda sin palabras.

-Ahora desnúdate y duchémonos.

-Eso suena interesante-sonríe- y es un método efectivo para que me calle. 

Le hago una sonrisa cómplice y me giro para lavarme el cabello y el cuerpo. Brendon acaba antes que yo y me deja sola en la ducha. Me giro para disfrutar un poco más del espacio que me ha dejado y veo que hay una toalla colgando de la mampara para mí.

Cuando termino, salgo de la ducha y me seco brevemente el cabello con la misma toalla que uso luego para cubrirme el cuerpo. Salgo a buscar algo de ropa y veo que Brendon está estirado en la cama con su teléfono. Lleva una camiseta negra y unos pantalones vaqueros que le llegan hasta la rodilla. 

Escojo qué me pongo con cierta rapidez y me voy al baño. Irme al baño a cambiarme es una tontería, me ha visto desnuda unas cuantas veces. 

Me pongo ropa interior y me siento muy cómoda con ella después de haber llevado un bikini mojado. Cojo una camiseta negra de tirantes finos y unos shorts, me peino  y me retoco el look con un poco de eyeliner negro. 

Salgo con el pelo suelto, que no me molesta y sintiéndome fresca, sin pasar frío  ni calor. Brendon sigue en la cama tirado absorto en su teléfono. Me estiro y me acurruco a su lado en la enorme cama. Él, sin dejar lo que está haciendo, me rodea con su brazo y me acaricia la espalda suavemente de arriba a abajo. 

Cierro los ojos, concentrándome en las caricias durante unos instantes y vuelvo a abrir los ojos, sé que si los mantengo cerrados un rato más me voy a acabar durmiendo. 

Victorious (Brendon Urie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora