Victorious (Brendon Urie y tú)

Planes

Miro la cajita que Brendon ha dejado encima de la mesa con los ojos como platos y noto su mirada en mí, clavada, expectante. 

No me fastidies de que es un anillo. Llevamos dos meses juntos. 

Lo abro con las manos temblándome y resoplo, aliviada, es una llave. Desconcertada, le interrogo con la mirada. 

-Como voy a estar prácticamente encerrado toda la semana que viene quiero que tengas la llave de mi casa. Así puedes entrar y salir como quieras. Sé que vivo lejos-hace una risa ahogada- pero si necesitas escaparte del Gran Londres puedes venir y hacerme compañía.

Sonrío, aún más aliviada, me levanto para darle un beso y un abrazo.

-Gracias. Por confiar en mí. Y por querer cenar a la una de la mañana-añado, mirando de reojo el reloj del salón.

-Fliparías con mis horarios- sonríe tiernamente. 

Vuelvo a mi sitio y servimos la comida, ha preparado macedonia de frutas. 

-He ido al super- comenta, orgulloso- he podido comprar esto después de 5 fotos con fans, ya es algo.

-Y menos mal de Zack ¿no?-añado, picarona. 

-A ver, suelo hacer la compra por internet, pero tenías razón, tengo que ir poco a poco. 

Sonrío, me alegro por él. Pasamos unos minutos comiendo en silencio, estoy más hambrienta de lo que pensaba. 

-¿Cómo va el CD?- pregunto, recogiendo el plato de la mesa. 

-Bien, tengo un par de canciones terminadas y el tiempo aprieta para tener al menos diez más. -me contesta mientras me imita. 

-Pero...-balbuceo, dubitativa- Te queda casi un mes para terminarlo todo, ¿te das más prisa por si decides descartar algo a último momento? 

Llegamos a la cocina, dejamos los platos en el lavamanos y Brendon me hace una sonrisa pícara. 

-¿Un mes? Bueno, todo depende. ¿Qué haces por la semana de tu cumpleaños?

Le miro, desconcertada.

-¿Cómo....?-titubeo, sonrojada.

-Vamos-ríe- ¿te crees que no lo sabía? ¿Tienes planes? Barcelona,¿quizás?

Y pum. Me cambia la cara de golpe. El látigo vuelve a azotarme. Nadie en Barcelona. Tampoco lo echo excesivamente de menos, cosa que me alivia.

Cuando acabo el monólogo interno me encuentro con la mirada de Brendon, que sigue esperando respuesta. 

-No...no-titubeo, empiezo a pensar que es del cansancio- la verdad, no sé que voy a hacer. A lo mejor no hago nada.

-Bueno- sacude los hombros- Ya te dije en la primera visita sorpresa que hice a tu casa que no me subestimases. Vas a hacer algo como yo me llamo Brendon Boyd Urie. 

-Y Beebo, La Frente....-enumero, divertida y él me mira mal- leo lo que dicen algunas fans. 

Me echo a reír, me coge por las caderas y me da un beso en la mandíbula. Yo me dejo querer...  Se me adelanta, sube las escaleras y entra en su habitación. 

Vuelvo al comedor a coger mi mochila. Subo las escaleras lentamente, se me está embotando la cabeza. 

La puerta blanca del dormitorio de Brendon está ajustada y no pienso en llamar. 

Abro la puerta y él está estirado en una cama doble con sábanas negras satinadas. A los lados de la cama hay unas pequeñas mesillas de noche de color blanco. El armario también es blanco pero el suelo cambia a moqueta negra. Tiene unas ventanas blancas típicas inglesas, pero ha bajado la persiana.