Me quedo anonadada mirando al infinito. Estoy haciendo más drama del que toca. Se ha enterado. Vale. Mi mejor amiga se ha enterado que me tiro a mi ex. Podría haber sido peor, la prensa o algo.
Siento que tengo que hablar con Brendon. Pero hoy no. Sé que seguramente se estará preparando para volar a algún sitio de Estados Unidos.
Sí, es inútil que me siga negando que ya no es que le eche de menos. Es que el decir que no estoy preparada para una relación es una excusa barata que me pongo a mí misma.
Pero ya he marcado el límite. Lo marqué en la cama del hotel entre lágrimas, besos entre las clavículas y un mutuo acuerdo.
Tendría que haber hablado entonces. Ahora no sé cuánto tiempo pasará hasta que Brendon pise Londres otra vez.
Suspiro y me pongo a deshacer la maleta. Con la cabeza en los plannings de principios de mes y todas las escaletas nuevas que deberé hacer mañana en el trabajo, voy metiendo toda la ropa de la maleta a la lavadora, pero no la enciendo hasta que Holly ponga la suya.
Me doy una ducha bien merecida y me seco el pelo. Me pongo una camiseta ancha y unos pantalones de chándal, con mis calcetines de gatitos. Me recojo la melena en un moño y me doy cuenta que no tengo nada más que hacer. Incluso adelanté mis tareas domésticas.
Cojo una manta limpia del armario, el móvil y me estiro en el sofá, delante de la televisión. Me tapo hasta el pecho y busco en la televisión alguna serie que ver.
Hago záping por más de 20 canales y nada. Abro Netflix y pongo algún documental, ni que sea para criticar internamente cómo está hecho o hacer comentarios que ninguno de mis amigos apreciaría.
Ya estamos a 1 de noviembre. ¡Cómo pasa el tiempo! En Febrero estaba haciendo las maletas para marcharme a Londres con Evie y llegar a este piso. En Marzo llegaba a casa a las tantas los fines de semana a casa, algunas veces acompañada. Y en Abril... Brendon.
¿Por qué parece que haga mucho más tiempo que lo conozco?
Me doy cuenta que no estoy prestando atención a la tele y saco el móvil. Tengo que mandarle un mensaje.
Desbloqueo la pantalla y veo un mensaje suyo. ¿Cómo no lo vi antes?
Es un selfie de Zack y él haciendo pucheros en lo que parece una puerta de embarque de aeropuerto. La pantalla que se puede ver pone que el avión irá a Chicago.
Sonrío como una tonta al ver la foto hasta que unas patitas me distraen. Evie acaba de subirse a amasar mi manta. Le rasco un poco la cabeza y vuelvo a lo que estaba haciendo.
"Mi vuelo se ha retrasado 2 horas y esto se hace insoportable ya. Vuelvo de aquí tres semanas a Londres y luego no volveré hasta fiestas. ¿Crees que estarás sola en casa para vernos?"
Hago una sonrisa débil al leer lo último.
"Hola Brendon, qué mal lo de tu vuelo. Dile a Zack que te achuche o algo :P"
El tick de enviado se convierte al momento en un tick azul. El corazón se me acelera cuando veo que escribe. Qué tonta soy.
"Preferiría que lo hicieras tú."
Se me sube el corazón a la garganta al leerlo y una lágrima hace un amago de salir por uno de mis ojos. Veo que vuelve a escribir.
"Pero no te preocupes, me tengo que ir ya, por fin embarcamos."
"Y por lo que preguntabas-respondo- Holly y Pete nos pillaron. Ya te contaré más cuando tengas tiempo".
Veo que no recibe el último mensaje y suspiro. Se harán largas las horas de vuelo hasta a volver a saber de él. Tres semanas. Tres fines de semana. 28 de noviembre.
Y muchas preguntas en el aire.
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Siento tanto retraso, conté la situación personal que tuve en este último mes. Gracias por la espera.
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Victorious (Brendon Urie y tú)
FanfictionT/N trabaja en un late show en Londres. Al llegar al trabajo, un día se encuentra que le toca estar codo a codo con el cantante de Panic At the DIsco, Brendon Urie. T/N no quiere sentir nada por un famoso, pero no será tan fácil como piensa. No se a...