Bajo nerviosa por el ascensor y voy a la recepción del hotel , Brendon está al teléfono concentrado pero cuelga cuando me ve y se queda mirándome.
Me acerco a él y me saluda con un beso en la mejilla. Me extraña, puesto que siempre me saluda con un beso en los labios.
-He llamado a un restaurante por si nos podían atender a esta hora pero parece que está completo-me informa, ausente- vas muy guapa, por cierto.
- Gracias Beebo. Bueno- asiento no haciendo caso a su actitud- podemos coger un Take Away e ir a la playa a comerlo.
-Hace siglos que no lo hago-sonríe él.
-Pues vamos- añado tiernamente.
Andamos unos minutos en silencio y veo a Brendon claramente preocupado.
Decido pararle y me pongo delante suyo.
-Vale, vas a contarme qué te pasa, Urie- le aseguro seria, mirándole a los ojos.
-Nada, en serio, sólo me preocupa que me reconozcan, ya está, no te preocupes de verdad, vayamos para allá- contesta en voz baja.
Frunzo el ceño y no sé si créermelo, pero sigo andando.
Llegamos a un pequeño sitio de Fish&Chips y pedimos. Está muy cerca de la playa y puedo oler el olor salado del mar. Me dan ganas de cerrar los ojos y respirarlo profundamente, me recuerda a mi querida Barcelona.
Saco el billete de mi monedero para pagar la cena y Brendon se niega.
-Brendon, no me toques las narices - digo mientras le miro mal y acerco más el billete al vendedor.
-Joder T/N, cuando hablas en castellano no sé si me dices algo bonito o algo muy malo- me responde en voz baja y con una risita que me acaba dando risa a mí también.
Pago, andamos unos metros más y llegamos a la arena. Echamos un vistazo a lo lejos y voy corriendo hacia un rinconcito bastante privado de la playa y Brendon, siguiéndome, accede a que nos sentemos ahí. Me gusta, porque parece que no nos puede ver nadie y parece que a Brendon le tranquiliza. No sé como voy a decirle lo que siento, con él estando tan raro conmigo.
Nos sentamos y empezamos a comer.
-¡Menudo concierto!-comento- y ahora estás aquí tan pancho, ¿no estás cansado?
-Estoy acostumbrado.-dice distante y sacude los hombros.
Suspiro, un poco más fuerte de lo que pretendo por la actitud que tiene conmigo.
Oigo que Brendon deja su bandeja en un lado y se gira hacia mí.
-Vale T/N, te voy a contar por qué estoy tan nervioso y por qué no te he dirigido casi la palabra en todo el día.
Le miro y arqueo una ceja, pero espero a que hable.
-Sólo hace un mes que te vi entrar por la puerta de ese camerino-me dice, con voz firme y a mí me suben unas mariposas por el estómago y miro a la arena- pero te escogí desde que cruzaste esa puerta y me miraste con cara de estresada, sabía desde ese momento que tú y yo estamos unidos por algo. Me llamó y me sigue llamando la atención como no tomas en cuenta que soy famoso, al contrario, has sido paciente, me has dado un espacio y nunca has querido fanfarronear de mí.
-Brendon, yo...-suspiro, mirándole entre emocionada e hiperventilando.
-No, por favor, déjame terminar-me pone una mano en la rodilla- eres preciosa en todas tus maneras, sabes enseñarme lo que es la tranquilidad, sentirme en sintonía con otra persona y haces que quiera cuidar de ti, me encanta cómo te preocupas por la gente a la que quieres y eso te hace una persona bellísima a mis ojos. Incluso quedarnos viendo una película o cuando fui a tu casa y fumamos, o dormir juntos en tu cama, momentos que parecen insignificantes, se multiplican si sé que estás a mi lado. T/N, sé que es poco tiempo y te puedo perder diciéndotelo, pero por mucho que Dallon dijese que no me documento en cosas en castellano sí que lo he hecho, tanto que sé decirte que te quiero.
Noto una sensación pesada, como si mi corazón hubiese bajado de golpe hacia mi estómago, noto que me falta un poco de aire y no puedo articular palabra. Para calmarme, miro a lo lejos, al mar.
- Llevo todo el día nervioso como un adolescente dándole vueltas a esto,-titubea- te he hablado lo mínimo para que no me lo notases.
Consigo coger un poco de aire, le miro y encuentro sus ojos suplicantes.
-De hecho... yo quería aprovechar Brighton para...-tomo aire, esto se me da fatal- decirte que no me importaría para nada que fueramos pareja, pero como te acabas de separar pensé que quizás no estarías preparado. No te obligo, claro está, a que me enseñes al mundo si tú no quieres. Tenía un escudo puesto y me lo has derrumbado poco a poco, ni yo me explico cómo lo has hecho.-añado con una risa ahogada.
Se lanza contra mí y me besa durante un largo rato.
-T/N, será todo un orgullo decir que eres mi novia, de hecho, Zack, Kenneth y Dallon ya se pensaban que estábamos juntos, les hablo mucho de ti.
Sonrío y miro al mar.
-Beebo, ¿nos bañamos?-digo, señalando el agua.
-¿Qué? ¿Estás loca?
Pero va tarde, mientras me mira sorprendido, yo ya me he quitado el vestido y los zapatos,me he quedado en ropa interior.
-¡Fall Out Boy el último!-chillo corriendo hacia el agua.
Oigo la risa de Brendon y cómo se desviste hasta quedarse en bóxers negros. Tenemos suerte de que estamos solos en un rincón y que nadie nos ve.
Entro de golpe en el agua, está fría pero ayuda a calmar los nervios que he pasado hace unos minutos. Meto la cabeza en el agua una vez y cuando salgo a respirar me encuentro a mi novio entrando poco a poco en la orilla hasta que decide imitarme. Bucea hasta mi lado y me abraza por detrás.
Nos besamos y me tira agua a la cara.
-¡Eh! ven aquí- le chillo y él ya ha nadado unos metros para adentro, cuando llego a su nivel, le hundo en el mar.
-Vale, vale, vale tregua-dice mientras sale a la superficie.
Escupe agua y se me queda mirando.
-Menuda locura, T/N-dice mientras esboza una gran sonrisa.
-¿Y lo bien que sienta?-le devuelvo la sonrisa y le saco la lengua.
Él se acerca, me abraza, rodeo mis piernas en su cintura y hundo mi cabeza en su hombro. El momento es perfecto.
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Victorious (Brendon Urie y tú)
FanficT/N trabaja en un late show en Londres. Al llegar al trabajo, un día se encuentra que le toca estar codo a codo con el cantante de Panic At the DIsco, Brendon Urie. T/N no quiere sentir nada por un famoso, pero no será tan fácil como piensa. No se a...