Compromisos

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Salgo decidida hacia mi cuarto y cojo el teléfono. Él no me ha escrito. Cierro los ojos un momento y suspiro. Voy a intentar no enfrentarme a él, me podría mostrar débil, pero intentaré ser bastante neutral. Empiezo a teclear:

"Hola Brendon, voy al grano. no sé si me debes ningún tipo de explicación, tampoco te la reclamaré, siento que no tengo derecho a ello. Tengo que admitir que me ha chocado despertarme y no encontrarte. Creía que hablaríamos las cosas". 

Le doy a enviar y veo que sólo hay un tick en el mensaje. Ya lo recibirá. Aunque siento que le estoy reprochando no quedarse, al menos que lo lea y sepa cómo me siento. Si no me contesta, ya veré que tipo de persona es. 

Pero tengo que admitir que me lo pasé muy bien. 

Vuelvo a mirar la pantalla y ya ha recibido el otro tick. Bloqueo el móvil, no voy a esperarme sentada a que lo lea. Voy a la cocina y miro en la nevera la lista de tareas de los domingos que nos repartimos con Holly. Me toca limpiar la cocina y pasar la aspiradora por el salón, a ella los baños. 

Me recojo el pelo en una coleta y me pongo manos a la obra con la mirada de Evie clavada en la nuca. Qué bien se vive cuando se es una gata y la mayor actividad del día es dormir en el sofá o vigilarlo todo como si fuera la dueña del lugar. 

Holly sale de hacer sus tareas y hacemos una pausa para comer, aunque por la hora parece más una merienda. Cuando acabamos  y acabo de limpiar la cocina, cojo el portátil y me apoyo en la cocina. Me toca editar las fotos del ensayo de Fall Out Boy. 

Intento tomármelo como un juego para que no se me haga tan pesado. Patrick es muy fácil de editar, las luces le hacen mucho favor y siempre está sonriente, incluso cuando canta. Pete tiene el pelo oscuro y la piel morena, cuesta un poco más, pero le dejo bastante bien. El más difícil, de lejos es Andy. Se esconde detrás de la batería y no parece del todo cómodo delante de la cámara. 

Y suspiro. Ya he terminado con los tres. Toca retocar a Brendon. La primera es de su brazo tatuado, sorprendentemente musculado a pesar de que sé que no hace ejercicio. Retoco un par de luces y paso a la siguiente. 

Un cosquilleo sube por mi estómago. En la foto sale mirando hacia su guitarra mientras toca con una sonrisa coqueta. Qué guapo sale. Me acuerdo cuando se la tomé, justo me vio pasar por su lado. 

Me quedo embobada delante de la pantalla. Un momento ¿qué narices me pasa? Cierro el programa y le mando las fotos a Patrick por email. Necesito un descanso, pero miro el reloj de mi móvil y ya es casi hora de ir a dormir. Vuelvo a mirar, frunciendo el ceño. No hay ningún mensaje de Brendon. 

Quizás le dé miedo comprometerse a darme una explicación. Pero con teniendo gente en común, será difícil que desaparezca sin más y por lo que he podido ver, no me ha bloqueado. 

Decido no cenar y arrastro los pies hacia la cama. Pongo el móvil a cargar y dejo puesta la alarma para las ocho de la mañana. 

Me estiro y me cubro con la manta. No puedo evitar ver el vacío y de cómo no me acostumbro todavía a dormir sola por toda la cama. Estirando primero una pierna y luego la otra, consigo abarcar gran parte de la superficie, como si fuera una estrella de mar. Qué raro es. No me da mucho tiempo a pensar que ya me duermo. 

La alarma retumba en mis oídos y busco con una mano el teléfono para apagarlo. Estiro el brazo pero noto el colchón. Me levanto un poco más y le doy al stop. Me desperezo un poco y me preparo unos vaqueros negros y una camiseta negra de manga larga, parece que hoy hará frío. Saco mis Vans del cajón de debajo de mi cama. 

Voy directamente a la ducha y pienso en el día que me espera. Preparar el storyboard, la entrevista y la escaleta del invitado con la becaria, que en vez de ayudarme me da todavía más trabajo . ¡Cómo echo de menos trabajar con Charles! 

Victorious (Brendon Urie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora