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Me despierto por el fuerte aroma a café que invade la habitación. Me revoloteo un tanto en la cama y estiro mis brazos con pereza. Al darme vuelta me encuentro con una taza caliente y un trozo de pastel de lúcuma y manjar en la mesa de noche. El aroma me ayuda a despertar, me resulta extraño que lo haga, porque el café no me gusta, pero su olor me encanta. No sé si tomar el trozo de pastel o dejarlo ahí, quizás es de Harry, aunque lo dudo.

¿Para qué iría a buscar desayuno y luego volver a mi cuarto? Ni siquiera está aquí.

En ese momento, la puerta del baño se abre y aparece a través del vapor de la ducha apoyándose en el marco de la puerta, ya está vestido y tiene una mano ocupada sosteniendo una toalla con la que sacude sus mojados rizos.

—Buenos días linda —su voz es ronca y sexy, aún más cuando habla español, y me sorprendo por la forma en que me llama.

¿Linda? ¿Harry Styles dándome un apodo que resulta ser realmente halagador? Esto es nuevo, pero no me quejo, me gusta.

—Hola —mi voz es rasposa, no como la de él, pero se nota lo adormilada que estoy—, pensé que te habías ido.

—¿Por qué? —me encojo de hombros y se acerca a darme un beso en la mejilla. Eso tampoco me lo esperaba—. Te traje el desayuno.

¿Quién es este chico? ¿Por qué es tan amable?

—Gracias.

—¿Qué ocurre?

Aparte de que me he despertado con una versión totalmente distinta a quien eres, donde resultas ser un completo caballero y estas tan guapo que quiero arrojar el pastel a la basura y comerte a ti en vez... nada.

Dios, ¿qué estoy diciendo?

—Nada, es solo que aam... no me gusta el café —lo sé, no es lo que realmente me pasa, pero no estoy mintiendo tampoco.

—¿No te gusta el café?

—No —balbuceo avergonzada por cómo me mira, no es mi intención despreciar su gesto, ha sido un detalle muy lindo—, pero gracias por traérmelo de todas formas, enserio lo agradezco.

—Cada vez me convenzo más de que eres de otro planeta.

Se aleja abriendo sus ojos de par en par y levantando ambas cejas rápidamente, como si estuviera lidiando con una barbaridad.

—¡Oye! —le arrojo una almohada mientras se coloca su chaqueta y, aunque le llega, ni se inmuta—. Ese eres tú.

—Estoy bien con eso —se encoge de hombros y se acerca a mi armario, lo abre y se pone a escarbar entre mi ropa.

Saca cualquier cosa, un pantalón, una camiseta y un abrigo. Los deja a los pies de mi cama y yo me lo quedo mirando.

—Primero, ¿quién te ha dado permiso para escarbar en mi armario?

—Tú solo come tu desayuno.

—Harry, estas desordenando todo. Guarda mis cosas —me río y tengo que levantarme para ponerlas de nuevo en su lugar.

—No, tienes que levantarte —toma mi ropa y la pone en alto, sonriendo triunfante porque no logro alcanzarla.

—¿Y crees que me voy a poner eso? Nunca había visto a alguien armar un atuendo tan mal en la vida —me observa ofendido y deja caer la ropa al suelo—. ¡Nooo!

—Estaba ahorrando sacar esto para cuando quisiera burlarme de ti, pero me has dañado NoNoi —saca una camiseta estampada de animal print blanco y negro y lo miro sin entender cuando la mueve de lado a lado—. Vas a usar esta camiseta de vaca para salir conmigo hoy.

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora