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Harry

—Gracias por tu ayuda esa vez en el festival, había olvidado agradecerte darle el dinero a Emma para que me pagara la fianza.

—¿Qué estás hablando? —dice Niall mientras me acompaña de vuelta a mi casillero.

—Ese sobre que le hiciste llegar a Emma... No tienes idea, ¿verdad? —niega con la cabeza y me mira con cierta culpa.

Jean.

—Supe lo que pasó, pero me tope con tu hermana y me dijo que había solucionado todo.

—Claro.

¿Cómo no lo pensé antes? La única llamada que tuve fue con ella, todo me queda más claro ahora. No debió haberse presentado a Emma, sino me lo hubiera mencionado cuando fue a buscarme.

—¿Todo bien? —asiento dándole menos importancia—. Bueno, ¿y qué era lo tan urgente que querías preguntarme?

Niall se tomo un siglo entero en llegar a la habitación de Emma, cuando por fin lo hizo no estuvimos ni cinco minutos ahí dentro y nos fuimos. Perfectamente pude haber hecho esto solo pero tenerlo ahí me servía para algo más.

—¿Recuerdas que me dijiste que Zayn no era quien Amanda pensaba que era?

—Sí.

—¿Puedo saber porque?

—No.

—Niall dime.

—Seguramente harás algo estúpido si te lo digo. Además, no estoy seguro.

Tratar con Niall últimamente es como jugar a la ruleta rusa, en cualquier momento podría estallar. La única razón por la que lo soporto es porque el también me soporta a mí. Realmente Niall es el único amigo que tengo, los demás son unos falsos hijos de mami amantes de las drogas, el alcohol y las fiestas que solo están presentes cuando eso se les ofrece. La verdad es que esta Academia está rodeada de gente falsa y desagradable que me veo forzado a aguantar solo porque no tengo donde más ir, y si no me gradúo ya de esta casa de mentiras, me veré obligado a ser un vagabundo desgraciado incapaz de abrir una lata de cerveza con la única neurona que me quedaría.

Me llevo una grata sorpresa cuando confiesa el gran secreto del Señor Malik. No sé cómo ha sido tan santo como para no ir corriendo a contarle a Amanda, quizás podría haber conseguido algo con ella en vez de seguir actuando como el desinteresado idiota que nada le importa. Lo bueno de todo esto es que podre darle su merecido a este imbécil que tiene escrito en la frente traidor por naturaleza, y no tiene porque saber la razón.

Hago ciertas llamadas y todo está listo en unos minutos, todo eso mientras me dirijo a la próxima clase. Mi día ha resultado ir bastante bien, mayoritariamente gracias a mi encuentro con Emma.

Siento que he llegado a debilitarme, que ya se ha apropiado de una gran parte de mi, sin ella no soy más que existencia, sin ella ya no tengo fortaleza. Nunca había sentido esto por nadie, tan solo pensarlo me da escalofríos, pero no quiero seguir siendo el idiota que niega quererla para luego alejarla y pasar todo el día bebiendo y matándome lentamente.

Me gustaría poder cambiar, trato con todas mis fuerzas ser alguien mejor para ella, pero es como si la desgracia estuviera ligada a mí y cada vez que intento ver el lado bueno de las cosas recuerdo que nada de lo que me ha pasado se puede justificar, nada de lo que he vivido tuvo una razón de ser mas que destruirme y enseñarme que la vida es injusta, una mierda total. Pero con ella todo cambia, la necesito más que a nada, necesito que este junto a mí, que me tranquilice, que me quiera a su lado. Es la única que le pone fin a mis pesadillas y se queda a mi lado con demonios y todo.

Me importa una mierda si me dicen que me he ablandado, pero no pienso estar junto a nadie más. Emma es mía y punto.

—Me quedó claro que estás con Harry, pero como seré nuevo y aparte de él no conozco a nadie más que a ti, me gustaría invitarte a comer o algo. Solo porque si —paso cerca de la oficina de la directora para llegar a mi próxima clase y me topo con este engendro.

—No estoy con Harry.

Las malditas palabras que desgraciadamente resultan ser ciertas, suenan más horribles proviniendo de ella, sobretodo porque está hablando con Steven.

O tengo mugrientos los oídos y he escuchado mal o este idiota enserio la ha invitado a salir.

—Cena, a las 8, yo paso por ti.

Esta mierda se volvió personal. ¡Le dijo que si! Maldito Steven. Si quiere guerra, guerra tendrá.

Y Emma, tan ingenua, si supiera quién es este hombre en realidad, ni siquiera le daría el más mínimo de su tiempo.

Ahora van a salir, una cita, ha aceptado salir con el pero no conmigo. Vaya mierda de día.

No pienso pensar en las intenciones de Steven pero si llega a tocarle aun que sea un solo pelo de la cabeza lo moleré a golpes. Lo prometo.

Ya ni ganas tengo de ir a clases, menos porque la comparto con ella, pero ya he faltado mucho y la enfermera ya no puede justificar más mis faltas.

Entro a clases y creo que es primera vez que llego tan temprano, no hay nadie y me siento lo mas al fondo de la sala. A medida que pasa el tiempo el salón se llena y no es hasta que el penúltimo puesto se ocupa que Emma entra rápidamente antes de que el profesor cierre la puerta. Al ser el único puesto vacio se ve obligada a sentarse junto a mí, justo al final.

—Hola.

Dice como si nada y la ignoro totalmente, no tengo ganas de conversar, eso podrá hacerlo cuando salga con Steven.

—¿Qué te pasa? —se me queda mirando un largo rato hasta que le devuelvo la mirada.

—Nada —escucho como suspira y se acomoda en el asiento.

—Siempre es lo mismo contigo, no puedes estar de un solo humor todo el día. Me había parecido extraño lo agradable que estuviste esta mañana conmigo.

—Tú también eres bastante impredecible, gracias por notarlo —frunce el ceño y pone los ojos en blanco, dice una de sus conocidas quejas en ese puto idioma que nunca entiendo.

—No sé a qué te refieres, eres tu quien ha sido grosero.

—Y eres tú a quien se le ocurre salir con el idiota que arruino todo lo que teníamos... ¿Steven? ¿Enserio? Eso es caer bajo NoNoi.

—¿Estuviste espiándome? Estás loco, y deja de llamarme así, es ofensivo —suelto una pequeña carcajada y se molesta aun más.

—No soy un desquiciado, claro que no te estaba siguiendo. Me llegó la noticia tal como tú a mi vida, por equivocación.

Maldición, no quería decir eso.

Me mira indignada para luego volver a fijar su vista en sus libros, niega con la cabeza y finge prestar atención en clases.

—Lo siento por ser un error en tu vida. Si eso crees, entonces feliz te pido que no te entrometas en mi vida personal y mi cita con Steven no te incumbe.

—No tienes que pedirlo, será un placer. Es más, ¿por qué no mejor parto desde ya? —tomo mis cosas y me retiro del salón, no me interesa cuanto me llama el profesor, simplemente me voy.

Ya basta de todas las decisiones que toma por mí, yo no soy así. Si esto es lo que quiere, me preocuparé de lo que a mí me incumbe y dejaré que haga de su vida lo que quiera... hasta el viernes.

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Feliz año nuevo a todxs! Espero este sea un bonito año y se venga con todo! Les deseo lo mejor de lo mejor! Un abrazote grande! 

V. xx

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora