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Emma

La lista de reproducción acaba, le doy play una vez más y, cuando Change of heart vuelve a sonar, mi corazón se hace añicos y se me pasa por la cabeza una película completa de los recuerdos que me traen esta canción; intento disuadirlos con lo que sea, pero nada funciona y me encuentro una vez más apretando mi cuerpo contra la almohada y llorando a mas no poder.

Lo extraño. Lo extraño demasiado y me pregunto si él me extrañara a mí, si él se quedará pensando noche tras noche si pienso en él o si debería levantarse y tocar mi puerta para abrazarme y olvidar nuestros errores.

Mi nuevo estado de abstinencia a Harry me ha fatigado, no me dan ni ganas de dar un bocado a la comida que Christina me trae a diario y ni siquiera puedo responder cuando Mandy se sienta junto a mí y trata de consolarme. En estos últimos cinco días no he hecho más que dormir y llorar, he llorado tanto que me siento deshidratada y, aunque trate de convencerme de que lo que ha pasado ha sido para mejor, mi corazón no lo siente así, mi cuerpo no lo siente así, ni mi propio cerebro lo siente así. Quiero levantarme y recuperarlo, pero cada vez que estoy a un paso de hacerlo, una fuerza desconocida me lo evita, me llena la cabeza de estupideces gritándome al oído que si él quisiera algo conmigo no estaría sufriendo. Si hubiera querido arreglar las cosas hace tiempo hubiera tocado mi puerta; sin embargo, no lo ha hecho, y debido a ese testimonio mi cuerpo vuelve a caer y a envolverse entre las sábanas, donde me rindo al llanto que ya se ha convertido en mi rutina.

Emma —Mandy se acerca al borde de mi cama con un té y unos macarrones—. Por favor, no has comido nada. Mira lo que traje —lo dice con un tono alegre, tratando de tentarme—. Sé que te gustan.

Todo se ve delicioso, es solo que tengo el estómago completamente cerrado y sé que si como algo vomitaré.

No, gracias —no dice nada y suspira, me acerca un macarrón a la boca y me obliga a verla.

Si no te lo comes tú, me lo comeré yo —lo mueve de lado a lado y levanta las cejas de arriba hacia abajo.

Dale.

Escucho como bufa frustrada y deja el macarrón a un lado.

Ems, ya basta, por favor. No me gusta verte así, no comes nada y pasas llorando hasta quedarte dormida. Sé que duele, créeme, pero ya verás que algo mejor llegará. No quiero verte mal, me preocupa mucho que ni siquiera te levantes de la cama.

Estoy bien.

No, no lo estás. Pareces una muerta y me asusta, ¿sabes? Al diablo Harry, hay personas mucho mejores que él y no necesitas que un idiota sin criterio te haga sentir miserable. Mereces algo mucho mejor y, por sobre todo, no tienes que derramar ni una lágrima por alguien que no vale la pena.

Sus palabras, a pesar de tratar de subirme el ánimo, me atraviesan como cuchillos y las lágrimas brotan nuevamente y caen por mi rostro.

No me lo repitas, por favor —mi garganta se seca por lo débil de mis palabras—. No aguanto escucharlo, no aguanto pensar que me enamoré de alguien que odia a todo el mundo, incluyéndose.

Es primera vez que lo digo en voz alta. Ni siquiera pude decírselo a él, pero ya no vale la pena, me ha dejado claro que no quiere nada conmigo.

Emma, no —me consiente con un abrazo y acaricia mi cabello. Aunque intente reconfortarme no hay manera de sacármelo de la cabeza—. ¿Estás segura de que es amor?

Asiento rápidamente y abrazo sus brazos mientras me acurruco en posición fetal. ¿En qué momento de mi vida llegue a esto? Antes jamás me hubiera doblegado así por alguien, pero no sé qué tiene Harry, es solo un chico.

Mentira. Es un idiota, pero es MI idiota.

La vida es una perra cuando le conviene, pero depende de nosotros salir adelante y yo estaré contigo siempre, pase lo que pase, lo prometo.

Estoy a punto de contestarle, pero alguien golpea la puerta fuertemente y ambas nos sobresaltamos por el ruido.

¿Quién será? —se me queda mirando y se levanta para abrir la puerta.

Cuando lo hace, solo la abre un poco y mira por el pequeño borde que ha dejado para ver quién es. Susurra con quien sea que este del otro lado y cuando abre más la puerta alcanzo a ver a Niall. Segundos después cruza la puerta y se acerca directamente a mí.

—¡Dios mío! —dice y Mandy lo golpea en el brazo—. Lo siento.

Me mira apenado y se sienta a mi lado.

—No te ves nada bien.

—Gracias —ríe un poco por mi comentario y acaricia mi brazo como apoyo.

—Emma, sé que siempre te llamo y debes estar aburrida, pero te necesito —apenas dice eso sé que se trata de Harry—. Él te necesita.

Miro a Mandy rápidamente y noto que no cree que sea buena idea, sin embargo, no protesta y asiente con la cabeza. Luego desvío la mirada hacia Niall.

—¿Dónde está?


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capítulo cortito pero algo es algo sniff el fin de semana subiré otro para recompensar mi ausencia :) espero estén disfrutando la nove. Un besoteeee!!!

V. xx

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora