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Emma

—¡Una porrista! ¡Una maldita porrista! Ese mi castigo, ¡ah! Y no tengo permitido vivir en la academia a partir de Navidad.

Mandy grita histérica cuando me explica el castigo que Liam ha decidido para ella en vez de expulsarla. Yo no le veo tanta gravedad, por lo menos aún puede seguir estudiando en Crawford. Lo que no me gusta es que la hayan echado de la residencia, eso no es justo.

—Que te quiten el derecho a estadía da asco ¿Te dejan en la calle así como así? Que falta de humanidad.

—No tanto —se cruza de brazos frustrada y me observa triste—, llamaron a Marla antes de hablar conmigo, no tuvo ningún problema con que viviera con ella. Además, no le fue difícil a Liam convencerla, ya son amigos y todo por el asunto de que su primo trabajará en la academia.

—Veamos el lado bueno, tienes donde quedarte y sigues estudiando aquí —trato de animarla sonriéndole con entusiasmo, pero sigue con la mala mueca de frustrada—. Mandy, vamos... siempre hay un lado bueno, recuerda.

—No lo hay. Por culpa de Harry perdí casi todo lo que me importaba ¿Qué le pasa a ese chico? ¿Por qué la manía de herir a las personas? Sé que no le agrado, pero Zayn era su amigo —tiene razón, si no hubiera sido por Harry, todo seguiría bien y Mandy aún podría vivir en la academia, pero debo darle crédito, lo que hizo dejo al descubierto al verdadero Zayn.

—No creo que lo haya hecho con mala intención, después de todo, gracias a él te salvaste de estar con un mentiroso infiel.

Me fulmina con la mirada como nunca antes lo había hecho, tanto, que me preparo mentalmente para la rabieta que se le viene.

—¿Lo estás defendiendo?

—No, lo que hizo no estuvo del todo bien.

—¿Del todo? ¡Lo estás defendiendo! —su piel enrojece y pareciera que quisiera llorar—. ¡Genial! Ahora mi mejor amiga defiende al monstruo antes de mí.

—No lo estoy defendiendo, no seas dramática, estoy de tu lado —creo que debí quedarme callada—. Si no hubiera sido por él, ¿cómo te hubieras enterado de que Zayn te engañaba?

Sigue molesta, lo noto, pero su ceño fruncido se calma cuando abre la boca para defenderse y no encuentra las palabras correctas para hacerlo. Se queda pensativa y me relajo un poco.

—Pero, ¿por qué no simplemente me lo dijo?

—¿Le hubieras creído? —vuelve a quedarse callada y muerde su mejilla mirando al suelo.

—De todas formas, no lo hizo con buenas intenciones, no somos amigos.

—Lo sé, perdón si te molestó, tienes derecho a enfadarte con él. Pero bueno, es Harry, ¿qué se puede esperar de el?

—Olvídalo, de todas formas, tienes razón. Estoy dolida y busco excusas culpando a otros porque no logro aceptar que fui una tonta por no darme cuenta antes de que me estaban poniendo los cuernos —ríe apenada en una exhalación mientras niega con la cabeza mirando sus pies—. Mentira, ni siquiera eso, yo era "la otra", es a ella a quien le pusieron los cuernos. Ella tenía anillo.

La abrazo de lado y acaricio su hombro dándole apoyo. No puedo creer que de la noche a la mañana todo se convirtiera en basura.

—Por favor, no sufras más por ese idiota. Es su pérdida, no te merece.

Apoya su cabeza en mi hombro y me abraza débil.

El resto del día tratamos de distraernos una a la otra. Me cuesta aceptar que dentro de unas semanas ya no tendré a Mandy en la puerta del frente para hablar incoherencias cuando se nos dé la gana, pero por lo menos vendrá a diario y estará aquí para las clases.

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora