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Emma

El fin de semana fue agotador. Increíble, pero agotador. El segundo día del festival fue genial, la pasé de maravilla y de regreso a casa los chicos me dieron algunos regalos de cumpleaños; entre ellos una camiseta, un juego de lapiceras de diseño y algunas golosinas.

El regreso a la realidad fue duro para mí. Se me ocurrió entrar a la primera clase de la semana sin haber repasado absolutamente nada de la materia que me perdí, así que en clases estuve totalmente desorientada y más perdida que nadie. Además había llegado atrasada y el único lugar disponible era junto a Niall.

Aún sigo dolida por el hecho de que fuera parte de todo lo que pasó, pero tengo que entender su postura. Yo era una desconocida para él en ese momento y obviamente su lealtad estaría con Harry, claro que de moral no tuvo nada, pero según Mandy Niall no es blanca paloma.

Cuando me siento con él me fijo en lo apenado que esta. Trato de no prestarle mucha atención pero no deja de estar inquieto moviendo su lápiz y una de sus piernas como si quisiera completar una maratón solo con ella. Tenía que pararlo de una vez.

—Niall —enseguida clava su mirada en la mía y los anteojos que ocupa en clases le dan la falsa ilusión de vulnerabilidad.

Se me queda mirando unos 10 segundos hasta que rompo el hielo.

—Siento lo que te dije la otra vez, no quise ser tan ruda —mira al suelo y es impresionante lo tímido que se ve—. Sé que no tenías porque decírmelo, pero quizás una advertencia más explícita hubiera servido.

Asiente y se muerde sus finos labios ahora decorados por una sonrisa. Se relaja y al fin termina de mover el cuerpo.

— No trates de excusarme, fui un idiota, yo soy quien lo siente. Pero debo aclarar que estaba un poco ebrio a decir verdad. Juro que si pudiera cambiar lo que ocurrió, no dudaría en hacerlo y huir de las locuras de Harry.

— Hubiera sido un buen plan, pero si no estuviera loco, no sería Harry —ríe por mi comentario y asiente dándome la razón.

—Eso es verdad —suspira y se nota mucho más ligero que antes—. Gracias por la oportunidad.

—Ni lo menciones, tu lo has hecho con Harry una y otra vez. Luego de tantas oportunidades que has dado siento que debo devolverte la mano. Además, eres mi amigo, no quiero perderte, pero estas en capilla —bromeo riendo amistosamente y me corresponde.

—Mira, con tal de que ya me digas esto me siento mucho mejor, espero no volver a fallarte —me sonríe y de un momento a otro cambia la cara—. Lo que me dijiste sobre Mandy, solo lo dijiste porque estabas enojada, ¿verdad?

Había olvidado ese detalle. No fue justo de mi parte involucrar lo que siente por Mandy solo porque estaba dolida, no necesitaba hacerlo para darle a entender que estaba enojada con él.

—Por supuesto que si —apoyo mi mano sobre su hombro dándole ánimos y se ve más centrado una vez que lo digo—. No creo que seas malo para ella, pero eso no es algo que yo debo juzgar.

—Gracias —suspira y se pasa ambas manos por el cabello despeinándoselo—. Lo sé, pero es que siempre está con Zayn, y no es fácil, él es mi amigo.

—No quiero involucrarme mucho en esto pero... yo apoyo su relación, pero te prefiero a ti. Es divertido escucharla estar molesta contigo y notar la atracción que siente por ti al mismo tiempo —abre los ojos de par en par y sonríe—. Haz como que no dije nada.

Ríe de la forma en la que solo él siempre ríe: fuerte y con ganas. El profesor nos llama la atención por no guardar silencio y debido a eso debemos terminar la charla, pero ya en buenos términos y como amigos otra vez.

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora