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Emma

Tengo intenciones de retroceder y no dirigirle la palabra, pero por mi suerte me ve y se me acerca a paso apresurado.

—¡Emma! —me llama y no me queda otra que enfrentarlo.

Me doy la vuelta y no digo nada, espero a que me alcance y lo fulmino con la mirada. No me importa que tan humillante fue para él que Harry le arrojara el postre de trufa sobre la cabeza, para mí fue mucho más humillante que me dejara sola con una gran cuenta en el bolsillo y frente a todos los clientes susurrando a mis espaldas. Sin contar el hecho de que tuve que caminar la mitad del camino sola bajo la lluvia, pero si no hubiera sido por eso, Harry no hubiera llegado y no hubiera pasado una de las mejores noches de mi vida.

—¿Dónde has estado? Te llame como loco toda la noche, estaba preocupado.

¿Preocupado? ¡Ja! Este chico debería ser cómico.

—¿Enserio? Ayer no lo pareció cuando me dejaste tirada en el restaurante por un estúpido berrinche —me cruzo de brazos cuando intenta tomar mi mano.

—Sé que fue un error gravísimo, pero no podía soportar que Harry se saliera con la suya ¡Arruino toda nuestra cita!

—¿Harry? ¿Harry fue quien la arruino? Estás equivocado. Él solo hacia su trabajo y tú lo provocaste hablando cosas sobre él que no correspondían y faltándole el respeto aun con su padre presente. Qué bueno que lo hiciste en todo caso, ahora sé qué clase de tipo eres y no tengo interés de seguir conociéndote.

Trato de esquivarlo y entrar a mi cuarto, pero me detiene colocándose frente a mí y afirmando mis brazos con sus manos gigantes.

—No, no, no. Harry es mi amigo, solo lo estaba molestando.

—Si así tratas a tus amigos, ten por seguro que yo no quiero ser uno de ellos.

—Escucha, lo siento —suspira frunciendo el ceño con tristeza—. Tienes razón, lo que hice fue horrible, pero enserio lo lamento y quiero recompensártelo.

—No gracias, no es necesario —intento dejarlo solo nuevamente y vuelve a detenerme.

—Por favor, no quiero que esto se arruine por un idiota.

—No seas tan duro contigo mismo, estoy segura que lo de ser idiota se te pasará —niega con la cabeza y no me deja ir.

—No hablo de mí —lo supuse, pero no puede estar más equivocado—, sé que lo fui ayer, pero solo porque me enfrenté a un idiota más grande. Emma, lo defiendes demasiado para no saber quién realmente es.

—¿Perdón? Steven, mientras tú me dejaste varada en el restaurante para que me las arreglara sola limpiando platos sucios para pagar la cuenta, el padre de Harry me dejo ir sin pagar gracias a él, ¡y me trajo a la academia! No sé qué tipo conoces tú, pero definitivamente no es el mismo que yo conozco.

Sé que estoy hablando maravillas de Harry a pesar de que sé de lo que es capaz de hacer, puede que no sea pureza extrema en su interior como lo pinto, pero sé que más que idiota, solo está dañado y me ha dejado ayudar a curar sus heridas como no lo ha hecho con nadie más. Los problemas que tenga con los demás por su pasado no me incumben, aunque me muera por saber por completo su historia, no puedo presionarlo a que comparta tormentos que quiere olvidar. Si fuera al revés y fuera él quien me presionara por contar mi historia, no sería de lo más amable para ser honesta.

—Que ingenua —vuelvo mis sentidos al chico frente a mi cuando lo oigo reír mientras echa la cabeza para atrás—. Te está usando, lo hace con todas. Por favor, lo que menos quiero es que salgas herida. No quiero que seas otra más.

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora