38

260 9 0
                                    

Después de unos cuantos minutos logramos llegar al interior del reloj, pudimos ver cada detalle de la estructura que marca la hora en esta enorme torre. Imaginé que sería impresionante, pero la realidad me ha dejado perpleja.

—¿Te gusta? —se acerca a mis espaldas con ambas manos en los bolsillos y sus mejillas están completamente rojas.

—Es genial Harry, me gusta mucho.

—Sí, es muy lindo.

Asiento a lo que dice y volteo a verlo, me encuentro con su mirada y me sonrojo aún más de lo que él lo está. Me demoro en entender que el halago era para mí, no para el reloj, y bajo la vista al suelo timorata frente a sus ojos. Me toma la mano y me guía un poco más arriba.

—Este es el famoso Big Ben —señala la campana como si fuera obra suya, extendiendo ambos brazos frente a ella—. ¿Sabías que es la campana la que lleva el nombre? Es solo que la torre ya es conocida así en general.

—Impresionante Styles —sonríe triunfante, levantando una ceja y me acerco a él para darle un beso en la mejilla. El aprovecha el momento y me abraza.

—Ven, a esta hora te va a encantar la ciudad —no me suelta y me lleva al balcón.

Justo en ese momento me quedo sin aliento. Ver Londres de esta manera es casi irreal, el reflejo de las luces es tan hermoso que mi cuerpo se inclina solo para sentir como soy atrapada por ellas. Es espectacular y, siendo una chica que le aterran las alturas, mi miedo desaparece y es enterrado bajo el primer escalón de la torre, sintiéndome segura gracias a tanta espectacularidad.

Siento como sus brazos fornidos me envuelven de la cintura en un cálido abrazo y me apegan a su cuerpo.

—Cuidado linda, aún estamos en altura —me susurra al oído y me estremece de pies a cabeza. Volteo para quedar frente a frente y me encuentro con sus ojos brillantes ante la iluminada ciudad y sus mejillas coloradas por lo fría de la noche.

—Escoger Londres definitivamente ha sido la mejor opción que he tomado.

—¿Sí? ¿me dirías la razón? —sonríe y baja la voz, que se engruesa de manera seductora y mis piernas se enroscan a las de él, totalmente tensas por lo ardiente de su mirada.

—Es una ciudad maravillosa...

—Mhmm —asiente sin prestarle mucha atención y acaricia una de mis mejillas.

Estoy inmersa en el juego de luces de la ciudad, pero me tomo un segundo para verlo a él y se lleva toda mi atención. Acaricio su pecho hasta llegar a su nuca y lo acerco a mí, apoyando mi frente en su mentón.

—...que no conocería si no fuera por ti, por tus tours —ríe por el comentario y está cada vez más cerca—. Pero sobre todo tú. Créelo o no, lo que más me maravilla de este lugar eres tú, Harry.

Me acaricia con ternura y sus ojos deslumbran cuando digo aquellas palabras.

—Tú eres lo único bueno para mí... —seguía con su mirada incrustada en la mía, ni siquiera pestañaba para retirarla.

Mi corazón comienza a acelerarse y cierro los ojos esperando a que se deshaga pronto de la distancia que nos separa, pero no sucede debido al ruido de mi teléfono celular.

—Disculpa.

—Ignóralo —dice casi en un susurro, pegado a mis labios. Pero no puedo, no puedo rechazar la llamada sin saber primero si se trata de mis padres o alguien más.

—Perdón, solo será un segundo.

Se aleja de mí frustrado con un bufido del que no me siento bien y me fijo en la pantalla de mi celular.

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora