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Los ojos de Harry se abren inmensamente, Mandy no puede tener la mandíbula más pegada al suelo y, si no fuera porque esta con Zayn, supondría que es por celos.

Me extiende la mano y estoy anonadada por su elección.

—Niall, ¿por qué? —es mi amigo, si sintiera algo por mi lo sabría, ¿no?

—Es un juego, déjate llevar —sonríe y está igual de ebrio que yo.

Me abraza de la cintura y me fijo como sus ojos inyectados de sangre divagan de mis labios hacia mi espalda, quedándose por un largo rato fijos en esa dirección. Me doy vuelta y veo a Mandy mordiéndose el labio. No parece contenta y está mordiéndose las uñas, un horrible hábito de ansiedad que hace cuando está nerviosa.

No sé en que andan ellos dos, pero si Niall se entera de lo de Zayn, sé que no la dejará en paz lo que queda del semestre, quizás hasta lo que queda del año.

—¿Todo bien? —vuelve a mirarme y asiente, ahora mira hacia Harry, quien lo fulmina con la mirada mientras Kendall esta cruzada de brazos sin dirigirle la palabra.

—Todo bien —sin más rodeos, me acerca y me besa. Me besa con bastante intensidad y, a pesar de que el toqueteo es leve, me siento culpable y ni siquiera sé por qué.

Besa bien, no tanto como Harry, quien brinda pasión a cada aliento que arrebata con sus besos, pero me gusta. Usa su lengua con delicadez, casi acariciando la mía, pero la mayor parte del tiempo es solo un contacto leve entre nuestros labios. Aceleramos un poco más el beso y, a medida que pasa el tiempo, es cada vez más lento.

Cumplimos los tres minutos y nos separamos cuando Louis empieza a aplaudir. Nos observamos y comenzamos a reír, más incomodos y avergonzados que nunca.

—Nada mal Emma —le agradezco con una sonrisa y una reverencia de borracha.

—Lo mismo digo... oye —me acerco y le susurró al oído—. Se ha puesto celosa.

Lo suelto y se me queda mirando con media sonrisa. Ríe nervioso y se rasca la nuca, le sonrió y vuelvo donde mi amiga, quien sigue mordiéndose las uñas.

—Besa bien —la tanteo para ver su reacción.

—¿Sí? Qué bueno, menos mal fueron 3 minutos —no se escucha molesta conmigo, pero a él lo mira atravesándolo con cuchillas.

—Deberías probarlo —ahora si me mira y niega rápido con la cabeza.

—No, estás loca, no quiero.

—¡Si, claro! —pone los ojos en blanco ante mi sarcasmo y cuando me calmo me fijo en lo enojado que está Harry.

Unos segundos después se pone de pie y por suerte nadie lo sigue, excepto yo.

—Voy al baño —me paro y Mandy me sigue con la mirada.

—¿Te acompaño?

—No, gracias, necesito ir sola —asiente y vuelve su atención al juego, mientras yo sigo al chico que decidió esconder su encanto bajo esa bandana.

Entra a una habitación, menos mal olvida ponerle pestillo a la puerta, y me adentro junto a él. Lo encuentro sentado en la punta de la cama cubriéndose la cara con ambas manos. Veo como se ha dejado rojas las rodillas con la presión de sus codos por el hueco de sus jeans rasgados. Este chico ocupa cualquier cosa y le queda perfecto, no es justo.

Cierro la puerta y apenas hace click provoco que levante la cabeza de golpe y sus ojos se llenen de sorpresa.

—¿Qué haces aquí?

FAULT [H.S.] MATUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora