[07]

1.1K 170 27
                                    

"— Cásate conmigo.

— No bromees Kyle, es muy temprano y hace demasiado calor para tus jueguecitos.

Zoe se cubrió el pecho con la sábana y miró la playa desde el piso número diecisiete. No había demasiada gente, había una bacteria en el agua que tenía atemorizada a la gente de Miami, sobre todo a los turistas.

— No lo hago, no se por que nunca me tomas en serio.

La chica se volvió hacia él y miró sus ojos castaños y su cabello rubio revuelto.

— Apenas llevamos cuatro meses.

— ¿Qué tiene eso que ver? Sabes que estoy enamorado de ti, ¿es que tú no quieres pasar el resto de tu vida conmigo?

— Kyle, no sigas...

Siempre conseguía que se sintiera mal, no era un secreto que él estaba más enganchado de ella que ella por él y a Zoe le costaba hablar de sentimientos, le hacía sentir incómoda. La hacía sentir cruel cuando prácticamente la obligaba mediante la lástima a que dijera que le amaba.

— Necesitas los papeles, ¿sabes cuánta gente hemos deportado este año?

— En unos meses cumpliré diez años viviendo aquí y pediré la residencia. Vayamos despacio, ¿vale?

— Lo que tú digas... Me voy, hoy me toca patrullar.

                                         🗝

— No puedo seguir con esto Kyle, estamos alargando lo inevitable.

— No me dejes, Zoe no puedo vivir sin ti...

— Lo he intentado—dijo ella totalmente desconsolada, le partía el corazón ver al que había sido su chico llorar— pero no siento por ti todo lo que debería. Quiero sentir que me desvivo por alguien como tú lo haces por mí. Quiero dejar de hacerte daño y que encuentres a alguien que te de lo que yo no soy capaz.

— Nunca nadie te va a querer como yo Zoe, te arrepentirás.

                                      🗝

Había sido uno de los mejores días de su vida, su padre se estaba recuperando satisfactoriamente de la operación y había ido a verla actuar, al fin estaba animado como para salir de la cama y Zoe no podría estar más feliz. Todo había salido perfecto, con suerte algún cazatalentos se interesaría por ella y sería una bailarina reconocida como ella quería. Le encantaba ser la profesora de esas niñas pero siempre buscaba algo más, ella quería progresar y avanzar, cumplir sus sueños. Metió su tutú en la mochila junto con las bailarinas y el móvil y se puso el vestido blanco y las sandalias doradas, no perdió tiempo en quitarse las pestañas postizas o la purpurina de la cara, solo salió corriendo para reunirse con su padre y su hermano en un restaurante cercano.

— Documentación, señorita.

Dos policías la esperaban a la puerta del teatro, con el coche subido a la acera y las sirenas puestas captando la atención de decenas de personas de personas a su alrededor. Todos cuchicheando y señalando a Zoe.

— ¿Perdone?

— Ya me ha oído, documentación.

Era ridículo poner una excusa, sabía que inmigración no actuaba así y que esos hombres habían ido adrede a por ella. Se metió en el coche por su propio pie, con lágrimas corriendo por sus mejillas y la cabeza gacha.

MUÑECOS ROTOS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora