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—¿Es que tengo que estar metido en algo enano? ¿No puedes preocuparte sin más por tu hermano mayor aunque solo sea una vez?

— Entonces dime que tu lamentable estado no fue provocado por algo que hayas hecho. ¿Por qué no has ido al hospital?— dijo Jungkook duramente cruzándose de brazos.

Yoongi resopló y miró la pared a su izquierda. No tenía justificación, ¿qué iba a decirle? ¿Qué iría detenido si lo hacía? ¿Qué investigarían sobre él y acabarían descubriendo el Etéreo y arrastrándoles con ellos tras las rejas?
Por suerte Yoongi era muy inteligente como para dejarse capturar. Ellos no tenían más pruebas que las palabras de unos cuantos testigos y un coche totalmente ilegal en el que no figura su nombre ni ninguna pista que les haga llegar a él.

— Tienes razón hermano, la he cagado una vez más.

— ¿Quieres hablar de ello?

Yoongi negó con la cabeza y Jungkook suspiró saliendo de la habitación. Bien, era lo que se merecía. Había sido un error llamarle, ¿por qué iba a preocuparse por él solo por estar hecho mierda? Era bastante obvio que había perdido su respeto y su cariño en cuanto se metió entre las piernas de Jimin y eso sería algo que jamás recuperaría. Pero Jungkook volvió con la bolsa de los medicamentos en la mano y se sentó en la cama volcándolo todo sobre las sábanas.

— ¿Qué te duele?— le preguntó.

— ¿Debo decir solo una zona?— dijo Yoongi con una pequeña sonrisa— Me duele todo.

— No soy bueno con esto Yoongi— Jungkook desenrolló una venda torpemente, se le cayó al suelo y rodó hasta la puerta—¡¡Joder!!— maldijo.

— No eres bueno en nada— le provocó el moreno.

— ¿Eso crees? Porque parece que soy el único dispuesto a ayudarte— Jungkook se arrepintió al ver su gesto de dolor— lo siento.

— No. Tienes razón de nuevo.

— Yoongi, ¿es cierto que Yoonhori...?

—Si, se ha ido.

— ¿Por qué? Creía que estabais muy unidos.

— Y lo estábamos, pero se enamoró de mí.
Jungkook sonrió derritiendo el corazón de su hermano mayor.

— ¿Y qué pasa? Él también te gustaba, no me quieras engañar. Estas loquito por él.

Yoongi dejo salir el aire por la nariz en una risa y después hizo un gesto de dolor cuando su hermano empezó a limpiarle la sangre con una gasa húmeda. Jungkook no quiso decir nada para no preocuparle pero en limpio las heridas se tornaban mucho más feas, su labio quedaría deformado para siempre y probablemente también su mejilla.

— No sabes lo que dices.

— No te avergüences, tienes veintiséis años Yoongi, ya va siendo hora de que asientes cabeza. Yoonhori es un buen chico.

— Y folla de puta madre— dijo el moreno con una sonrisa.

Jungkook detuvo lo que estaba haciendo y le miró a los ojos enrojeciendo un poco.

— Siento eso...— se disculpó— Bueno no, no lo siento. Tú te follaste a Jimin.

Bien, ya se había abierto el cajón de mierda. Pero eso tal vez no fuese malo, esa conversación llevaba pendiente diez años. Quería que siguiese hablándole aunque fuese para reprocharle, había estado muchos años sin escuchar su voz ni dirigirse a él.

MUÑECOS ROTOS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora