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Jungkook, el único con el que hubiese deseado tener una relación de no estar en el Etéreo y por el que se había jugado tanto solo por estar con él y besarle en los labios había conseguido que se sintiese como una auténtica muñeca sin falta de su estúpido tutú. La había engañado haciéndole creer que no era como los demás y que de verdad le importaba. Él, que tanto presumía de sentirse insatisfecho si alguien se acostaba con él por obligación.

Odió como su cuerpo se excitaba por su trato, era vergonzante como intentaba reprimir los gemidos y el ruido húmedo de los dedos entrando y saliendo de ella a la fuerza. Muy a su pesar quería que se la follara, deseaba que se enterrara en ella sin compasión de una manera enfermiza. Las lágrimas rodaban por sus mejillas debido a lo demente que le hacía sentir disfrutarlo.
Jungkook la abrió con los dedos mirando su entrada con el labio entre los dientes y se desabrochó la cremallera sacando su polla dura. La rozó contra su sexo y se lubricó con ella deslizándola hasta su culo. Llevó sus dedos a la boca de la chica para que los lamiera pero ella los mordió intentando dañarle, solo consiguió aumentar su excitación dejando salir una carcajada. La recompensó con un azote en su pequeño culo.

— ¿Qué te parece si te la meto en tu precioso y estrecho culito?— dijo tocando con un dedo su entrada.
La chica intentó apartarle llevándose la mano a esa zona y lloriqueó, Jungkook rugió por el roce de sus dedos en su polla.

— ¡No, no Jungkook por favor no...!

El castaño volvió a reírse y se chupó el dedo para meter la punta dentro, su miembro casi revienta cuando sintió las paredes de la chica contraerse en tensión mientras suplicaba susurrando su nombre.

¿Disfrutaba tanto Dallas sometiéndole como él lo hacía con Dama?

Zoe suplicaba que se detuviera pero su tono de voz y sus gemidos decían todo lo contrario. Su cuerpo se rozaba involuntariamente contra el sofá buscando la fricción en su clítoris y Jungkook disfrutaba viendo como ella también disfrutaba de lo que le hacía. Se enterró en su sexo de una sola embestida mientras le mordía el cuello y hacia más presión en su culo hasta meter el dedo al completo. La chica gritó de sorpresa pero también de excitación, que le acariciara el interior de esa zona mientras le sentía dentro era extraño pero demasiado placentero.

— ¿Quieres que pare?— gruñó el chico entre fuertes embestidas, Zoe no contestó— Sé que estas tan caliente como yo.
Giró la cabeza de la chica agarrando su barbilla y miró sus labios rojos y entreabiertos, gruesas lágrimas caían por sus mejillas pero sus ojos brillaban de excitación. Siguió bombeando su interior con fuerza aprovechando lo máximo posible porque si ella le decía que se detuviese lo haría.

— Ahhh...no... no pares. F- fóllame Jungkook... p-pero solo te pido una cosa.

— ¿Cuál?— preguntó el chico trazando círculos con su dedo en su interior y colando la otra mano debajo de su cuerpo para frotar su clítoris.

— C-cuando te corras... d-di mi nombre...

— Como quieras, Damita...

Zoe apartó la mirada y mordió su labio intentando no llorar más. Jungkook sería cruel con ella hasta el final. Ojala pudiese obligar a su cuerpo y su cabeza a rechazarle, parecía dispuesto a parar si ella se lo pedía, entonces ¿por qué no lo hacía? ¿por qué le permitía que la humillase? ​

El castaño salió de ella para maniobrar con su cuerpo y girarla hacia él, quería que le mirara mientras se corrían, necesitaba ver su deseo para no odiarse por lo que estaba haciendo. Forcejeó con ella para que le mantuviese la mirada y agarró sus piernas colocándoselas encima de los hombros para volver a penetrarla. Zoe gimió con un gesto de dolor, de excitación y de enfado.
Mordió sus pezones por encima de la tela del vestido y aumentó el ritmo de sus embestidas tan fuerte que medio cuerpo de la chica estaba fuera del sofá. Gimió con los dientes apretados e inclinó la cabeza hacia atrás sintiendo los latigazos que auguraban un fuerte orgasmo.

MUÑECOS ROTOS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora