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Tenía que ser una jodida broma. Jungkook miraba con la boca abierta como los brillantes de su espalda lanzaban destellos hipnotizantes. Y aunque todo indicaba a que era la inicial de su nombre no podía evitar darle vueltas para buscar otra explicación más lógica. Nunca hubiese esperado que Dallas hiciese algo semejante, aún no se creía que se hubiese marcado de esa manera por él.

Tal vez tuviese razón al decir que no le había tomado en serio, en el fondo creía que en cualquier momento despertaría del sueño y le destrozaría de todas las formas más crueles y retorcidas habidas y por haber. Pero, ¿quién podría culparle? Así era como le había acostumbrado, no podía fiarse de él. Se maldijo por haber estropeado la única muestra de amor que su lobo le había demostrado y se frotó la cara intentando calmarse antes de volver a levantar la vista hacia él.

Dallas no tenía una ladina sonrisa pintada en la cara ni tampoco transmitía el mínimo atisto de malicia en su rostro. Su mirada estaba fija en el suelo, pensativo... puede que incluso dolido. Sus movimientos aunque aun así perfectos, se habían vuelto más torpes y desganados.
Y es que por una vez se había dejado llevar por el corazón... Su sonrisa fue sincera y sus ojos brillaban mientras Jin le adornaba la espalda con la inicial de su chico.

En maldita hora.

Por ti pude fingir que estaba feliz cuando estaba triste.
Por ti pude fingir que era fuerte cuando estaba herido.
Ojalá el amor fuera perfecto como el amor en si.
Ojalá mis debilidades puedan estar ocultas.
Crecí como una flor que no puede florecer en un cuento que no quede hacerse realidad.
Estoy tan enfermo de este falso amor.

No le importó arañarse la piel mientras se quitaba el nombre de la única persona que le había importado en toda su vida. Se lo arrancaba intentando sacárselo también de dentro, de su alma, de su pensamiento. Por que Jungkook se había hecho demasiado fuerte como para no dolerle. Como para no sentirse destrozado cuando le dijo que quería estar con otro que no era él justo cuando le había confesado todos sus sentimientos. ¿De qué le había servido derribar todas sus barreras?
Tan solo para que le rompiese el corazón.
Era irónico cuando siempre pensó que sería al revés.

Quiero ser un buen hombre, solo por ti.
Dejé mi mundo, solo por ti.
Cambié por completo, solo por ti.
Ahora no me conozco, ¿quien eres tú?

Y ahora, viéndole parado en medio de la gente con su intensa mirada sobre él, en lo único que podía pensar era en que se retractara y le pidiese perdón. Por que era débil. Desgraciadamente Jungkook le había convertido en lo que odiaba. Y sentía un deseo irrefrenable de rogarle que no dejara de amarle y no le abandonara.

Amarte es tan malo.
Haré una bonita mentira para ti.
El amor es tan loco, el amor es tan loco.
Me olvidé de mí mismo para convertirme en tu muñeco.

— Hey...

Jungkook se sintió molesto al tener que despegar la mirada de Dallas para ver quien buscaba su atención. Frunció un poco el ceño al ver al ángel negro por el que había perdido los papeles sonreírle de manera perversa.

— ¿Qué quieres?—le preguntó arisco.

— ¿Qué quieres tú?

No le pasó desapercibida la manera en que el chico de plata enseñó los dientes mientras sus movimientos se volvían más rabiosos y enérgicos. Baekhyun le miró de arriba abajo y se mordió el labio al ver que su atención solo se enfocaba sobre el lobo de plata.

— Ya veo...

— ¿Qué es lo que ves? Dime— dijo cruzándose de brazos y centrándose ahora en él.

MUÑECOS ROTOS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora