Jungkook cogió el casco de la moto y salió por la puerta de su casa a la una de la madrugada. Quería ver a Dallas, aunque no tenía claro si lo que le ataba a él era solo para seguir alimentándose del recuerdo de Jimin o le apetecía estar con él de verdad. Hacía ya diez años que había perdido a su mejor amigo y a veces le costaba recordar como era. Le parecía que su mente le engañaba cuando aún imaginaba a ese precioso chico rubio y sonriente con las mejillas sonrojadas diciéndole que le quería. Tal vez eso nunca había pasado, tal vez estaba loco, tal vez debería dejar de pensar en él para siempre, desde luego para el chico plateado esos recuerdos no eran más que basura. ¿Entonces por qué no podía evitar depender de él? ¿Por qué no aceptaba la realidad de una maldita vez? ¿Por qué se empeñaba en llamarle por su antiguo nombre con la esperanza de que volviese su mejor amigo y primer amor? Nunca podría superarlo, era demasiado triste como se lo habían arrebatado y él no fue lo suficientemente fuerte como para evitarlo. Si se hubiesen cambiado los papeles estaba seguro de que Jimin no hubiera dejado que se hundiera, o al menos se hubiese hundido con él. Nadie podría entender lo duro que es mirar a una persona que es idéntica a alguien que amas y que en realidad no tenga nada que ver con él. Es incluso peor que no volver a verle, porque es una herida imposible de curar que te persigue y sangra cada vez que le miras a esos ojos plateados pero vacíos o te sonríe de una manera que no le llega ni a la suela de los zapatos a las auténticas sonrisas que tanto adorabas.
Jungkook acarició a los lobos durante un buen rato como siempre hacía pensando que cualquier día se los llevaría de allí sin importarle las consecuencias. Sacó su llave y le dio el casco a Rachel con una sonrisa.
— Señor Jeon...— dijo inclinándose.
— Vamos Rache, déjate de formalidades que ya son años. Me haces sentir mayor.
La mujer se encogió de hombros sonriendo y le guiño un ojo divertida, nunca se cansaría de molestarle.
Jungkook estaba especialmente guapo esa noche, tenía el flequillo abierto a un lado y una camisa blanca con corbata negra, muy elegante si no fuera por los pantalones de cuero que le daban un aspecto desenfadado. Sonrió cuando Nathaniel se sentó a su lado. Solo lo conocía de un par de veces pero le parecía agradable, no era tan estirado como la gente que solía frecuentar el Etéreo. Lo había conocido un día que iba muy borracho y se había reído de él cuando había vomitado en la planta de arriba del almacén. Las dos veces.
— ¿Has catado a la nueva chica de Dallas?
Jungkook negó con la cabeza y sonrió.
— Dama, ¿no?— el otro chico se reclinó hacia atrás en el respaldo y cerró los ojos como si estuviera en éxtasis, el castaño se rió— ¿Tan buena es? Ya tengo ganas de ver a esa bailarina de la que tanto habláis. Habéis conseguido que me entre curiosidad.
— No lo sé porque no la he probado, precisamente ayer se puso enferma y no llegué a tocarla ni con un dedo. Pero es un mundo aparte tío. Nada que ver a lo que estamos acostumbrados.
— ¡Habla por ti que yo no estoy acostumbrado a nada pedazo de putero!— dijo divertido dándole un suave golpe con los nudillos en el hombro.
— Claro, tú vienes a escuchar música y pagar las copas a gusto, que como no son caras ni nada, no te jode...— ironizó Nathaniel.
Jungkook se rió abiertamente, la verdad es que solo venía porque ya era la única manera que encontraba de estar con su mejor amigo. Pero también le gustaba disfrutar de las actuaciones mientras se bebía un buen vino y sentía una especie de amor odio hacia el Etéreo. Era el ambiente perfecto para pasar un buen rato y visualmente era un sueño, pero también era lo peor que le podía haber pasado. A Jungkook lo mismo le daba estar ahí sentado con traje y cortaba que en un garito despeinado con una cerveza en la mano.
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MUÑECOS ROTOS [+18]
FanfictionOscuro, excéntrico, lujurioso, peligroso e inestable. Sé bienvenido al Etéreo. No olvides guardar el secreto. ADVERTENCIA ⚠️ Alto contenido sexual explícito y delicado, lenguaje obsceno. Mención de abusos y enfermedades mentales. Pareja principal:...