MUÑECOS ROTOS [+18]

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— ¿Qué estás haciendo?— dijo Yoongi cerrando la puerta y posándose en ella con las manos en los bolsillos y la cabeza inclinada.

Yoonhori estaba de espaldas a poniéndose la americana de purpurina dorada y su cola se sacudía con furia de un lado a otro.

— Me voy.
— ¿Qué te vas por qué? Estábamos en lo mejor pequeño.

— Ahora que ya no seré tu chico preferido es mejor ir soltando amarres antes de que me quites también la última de mis siete vidas.

— ¡Oh, me había olvidado del superdotado oído de los gatos! Pero explícame... ¿en qué momento dije que prefería a Dama antes que a ti?

— ¡En el momento en que aceptaste la propuesta, ¿la seducirás igual que hiciste conmigo para conseguirla?, ¿dejarás que te conozca fuera del Etéreo como yo?!— dijo tirando las orejas en el suelo de mala gana.

— No te pongas arisco.

— ¡Me pongo como me sale de los bigotes!

— Me estás enfadando Taehyung...— dijo el moreno arrinconándole contra la pared.

— ¿Te acuerdas de mi nombre...?

DOS AÑOS ANTES. COREA DEL SUR.

¿Quién era ese chico que se alojaba en el mejor hotel de la ciudad y se movía por Seul en un lamborghini huracán como si fuese el dueño del mundo? Tae no lo sabía, la única certeza que tenía era que de alguna forma le había hechizado y no podía pensar en otra cosa que no fuese perderse en su cuerpo. Había apagado el móvil en cuanto su novia había empezado a llamarle, ya era tarde para echarse atrás, Yoongi era como el fuego y él estaba empapado en gasolina.
El moreno se acercó a él y acarició su cintura viendo como su gatito tragaba saliva. Juntó sus pelvis y se rozó.

— No me puedo creer que aún sigas duro...

— Yo tampoco— dijo Tae riéndose avergonzado.

Se había corrido dos veces en las manos de Yoongi en ese callejón, pero sentía que aún tenía erección para muchísimo más tiempo. Nunca nadie le había encendido tanto como él. Yoongi volvió a abrir su bragueta y sacó el miembro ante la mirada de Tae que ronroneaba tan solo con el tacto del moreno sobre su piel.

— No tiene nada de malo gatito, me vuelves loco. Quiero cada gota de tu leche.

el menor solo fue capaz de morderse el labio dejando salir un ronco y pequeño gemido al escucharle.

El moreno descendió por su cuerpo besando y lamiendo su torso y mordió con delicadeza el glande rojizo de Tae que le miraba ardiendo en llamas. Se metió el durísimo miembro en la boca y empezó a chuparlo a la vez que se sacaba su polla y empezaba a sacudirla con fuerza.

— Ah, mierda... e-esto es demasiado bueno...

Yoongi tironeó de los testículos de su gato y dejó que su mano resbalara hasta la unión de sus nalgas lubricada con su propia saliva. Taehyung dio un pequeño bote adorable que hizo que el moreno se riera. Debió haberlo imaginado, Yoongi era demasiado dominante como para ser él quien se dejase dar.

— Calma, gatito... lo disfrutarás te lo prometo.

Enterró su dedo en su interior sin dejar de mirarle y lo movió haciendo círculos mientras volvía a engullir su miembro. Tae cerró los ojos con fuerza y apretó los dientes, esos ojos amarillos clavados en él mientras se la chupaba, la sensación de su dedo en su interior... era demasiado para él. Estaba loco si creía que alguna vez había disfrutado de verdad con el sexo. Se corrió con un jadeo en la boca del chico sin poder evitarlo.