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Zoe se despertó con el corazón saltando en su pecho cuando el móvil vibró en su mano, pero tan solo era la notificación de un email de Amazon. Se restregó los ojos mirando a Jungkook sentado a su lado en el sofá. Llevaba una sudadera negra y la capucha puesta, los mechones de su flequillo ya estaban prácticamente secos y miraba fijamente la televisión apagada.
— ¿Estás bien?— le preguntó la chica incorporándose, él tan solo se encogió de hombros.
— Le he dejado. Se terminó.
— Jungkook... lo siento.
El chico rascó el lateral de la nariz y reprimió un mohín mirando hacia otro lado. No quería causarle pena, bastante tenía con lo suyo. En cierta manera se sentía culpable por permitir que Jimin se convirtiera en ese monstruo sin sentimientos. Debía haber hecho algo más que quedarse mirando mientras sucedía. Debería haberle obligado a quedarse con él.
— ¿Quieres que intentemos llamar a tu padre?
— No... en Miami es de madrugada ahora. No quiero despertarles.
— ¿Qué fue lo que te dijeron?
— No sé... mi hermano estaba histérico, la mayoría eran maldiciones.Dijo que sabían lo del local de alterne y que mi padre estaba muy decepcionado conmigo. Le supliqué que me lo pusiera al teléfono pero no quiso ponerse.
Zoe se mordió el labio y empezó a llorar silenciosamente mientras Jungkook la estrechaba contra su cuerpo para reconfortarla.
— Lo hiciste por él, es normal que le duela pero es comprensible Zoe, seguro que está más decepcionado consigo mismo por permitirlo que contigo. Tiene que ser muy duro saber que tu hija se ha sacrificado de manera tan horrible por ti.
Zoe asintió con la cabeza mojando la ropa del chico con las lágrimas.
— N-no quiero que se sienta culpable.
— Lo sé nena— dijo Jungkook luchando su propia batalla interior.
No podía dejar de torturarse con el recuerdo de Dallas. Rememorando cada sonrisa y cada beso que habían compartido hacía tan solo unas horas. Hacía mucho tiempo que no le dolía tanto el pecho, después de lo que habían avanzado sentía como si le hubiesen vuelto a echar alcohol en una herida abierta.
— Estamos echos mierda— dijo la chica suspirando sobre su cuello.
Jungkook la levantó un poco para sentarla sobre él y la estrechó más entre sus brazos. Necesitaba olvidar, necesitaba no pensar. Los dos lo necesitaban.
— Se nos pasará. Nadie muere de tristeza aunque así lo sientas.
Escondió la mano entre su cabello y agarró su nuca para acercarse a sus labios, firme pero con suavidad. Zoe abrió mucho los ojos en un principio, pero luego los cerró sintiendo los suaves labios resbalar sobre los suyos.
No la quería, la estaba utilizando para olvidar a su gran amor, lo sabía, el también sabía que ella era consciente. Los dos unidos por el daño que el mismo chico había causado. Intentando recomponer a base de besos los pedazos de alma que había destrozado. Abrieron la boca y entrelazaron sus lenguas acariciándose, luego... Jungkook se apartó.— Joder, lo siento...— dijo relamiendo los labios y frotándose la frente.
— No lo sientas, no pasa nada. No puedes olvidarle.
— No... No puedo.
— Creo que deberías ir a verle— dijo la chica sinceramente quitándose de su regazo.
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MUÑECOS ROTOS [+18]
FanfictionOscuro, excéntrico, lujurioso, peligroso e inestable. Sé bienvenido al Etéreo. No olvides guardar el secreto. ADVERTENCIA ⚠️ Alto contenido sexual explícito y delicado, lenguaje obsceno. Mención de abusos y enfermedades mentales. Pareja principal:...