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Zoe podía sentir el corazón latiendo en sus oídos y su pecho subir y bajar a una velocidad de vértigo, la expectación de los presentes le calaba los huesos mientras esperaba a que sonaran las primeras notas.
El escenario se había convertido en una vieja caja de música y en cada lateral había dos hombres agarrando una cuerda que iba directamente a cada una de sus muñecas extendidas en cruz.
En la pantalla se veía la imagen en blanco y negro de una carpa de un circo en plena noche, abandonado y en mal estado.Miró al lobo que estaba entre las sombras y las cortinas con un codo apoyado en lo alto de la pared, buscó en él cualquier gesto que le enfundara valor. No fue hasta que un trueno retumbó sobresaltándola e iluminando toda la sala que pudo ver la sonrisa ladeada del chico y su leve asentimiento con la cabeza. Encontró el coraje que necesitaba en sus ojos.
Zoe respiró hondo cuando una fina lluvia comenzó a caer sobre ellos y sobre los clientes causando que se maravillaran. Después del tercer trueno todo quedó a oscuras menos un foco sobre ella que la alumbró.
Las primeras notas corrieron por sus venas.Dallas miró a su chica tirada en el suelo, contorsionando la espalda en sensuales movimientos que hacían que se abriera su túnica, luchaba por deshacerse de sus amarres y se mordía el labio con gesto de dolor.
Era preciosa, cada uno de sus actos iba en sintonía con la canción. Se levantó ya liberada y retrocedió mientras los hombres se acercaban... dejó caer al suelo la capa y comenzó a bailar huyendo de ellos.Zoe buscó a Dallas con la mirada durante todo el tiempo, sin querer bailaba para ese hombre. Él era su motivación.
El chico quiso que viera cuanto le gustaba lo que hacía, quería demostrarle lo bonita y deseable que era para él, descendió la mano por su torso acariciándose y metió la mano dentro del pantalón ante la mirada de su muñeca. Ella giraba, extendía los brazos hacia su dueño y deslizaba las manos por su cuerpo confusa y herida, deseándole y odiándole, odiándose y demostrándoselo con su baile.
El chico se acariciaba con los ojos fijos en ella, su miembro duro palpitaba en su mano con cada nota de la canción, los labios entreabiertos, la mirada de Zoe puesta en su brazo masculino en tensión con las venas marcadas, su tutú húmedo entre las piernas.Jadeos. Gemidos. Dolor.
Mojó su pantalón de semen como un adolescente en el mismo momento que la pieza finalizó.
"Me quedaré por esta noche, por esta noche..."
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Dallas se sentía bien, había conseguido su propósito. Zoe no había dejado indiferente a nadie y ahora se peleaban por ser el primero que viese lo que la chica escondía debajo de su ropa. Pero ninguno de esos desesperados estúpidos lo haría, al menos no hoy, hoy ya tenía otros planes para ella.
Encendió un cigarro y le dio un trago a su copa.🗝
Zoe había deslizado su espalda por la pared de la parte trasera del escenario y se había quedado sentada en el suelo. Le avergonzaba que la braguita de su tutú tuviera un tono más oscuro en su sexo debido a la humedad. Aún no podría creerse la perversión que tenía el lobo, como se había masturbado ante su mirada. Y ella ahí deseando que se la sacara para poder vérsela. Tan pervertida como él.
Debía admitir que gracias a eso se olvidó del resto del mundo, solo tenía ojos para Dallas. Le hubiera gustado que estuviera con ella en ese preciso momento, pero seguramente hubiese ido a buscar su primer cliente y eso hacía que se le llenaran los ojos de lágrimas. Le dolía querer hacerlo, se sentía sucia. Quería que cualquiera de esos chicos se metiera entre sus piernas y terminara lo que había empezado Dallas. Necesitaba que la tocaran y calmaran su deseo. Pero sobre todo quería que lo hiciera él, o Jungkook...
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MUÑECOS ROTOS [+18]
Hayran KurguOscuro, excéntrico, lujurioso, peligroso e inestable. Sé bienvenido al Etéreo. No olvides guardar el secreto. ADVERTENCIA ⚠️ Alto contenido sexual explícito y delicado, lenguaje obsceno. Mención de abusos y enfermedades mentales. Pareja principal:...