MUÑECOS ROTOS [+18]

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El chico de plata dejó su entrenamiento para responder la llamada entrante de su móvil. Jungkook estaba sentado en el suelo mirándole bailar mientras comía bolsas de patatitas y bebía de su refresco. Sonrió cuando Dallas se agachó para coger el aparato sintiendo un fuerte dejavú.

DIEZ AÑOS ANTES

"Un Jungkook mucho más joven estaba sentado en el suelo mientras se chupaba la sal de las patatitas que le pringaban los dedos y Jimin giraba y bailaba sin parar. Levantó la vista lentamente hacia su cara notando que se había detenido y ahora estaba parado frente a él.

— Jungkokie... deja de comer guarrerías y baila conmigo ¿si?

—Tengo hambre Jiminie— dijo con una tierna sonrisa.

— ¡Luego no cenarás!— cogió sus manos y tiró de él intentando levantarle pero Jungkook tiró divertido a su vez haciendo que cayese encima de él— Aishhh...— se quejó Jimin entre risitas.

Jungkook miró su carita tan de cerca, su cabello rubio y liso pegado a la nuca y la frente debido al sudor. Su cuello y su pecho totalmente humedecido y esa camiseta blanca sin mangas que tan bien le sentaba y dejaba ver sus bonitos y marcados brazos. Jungkook tragó saliva y se relamió los labios siendo consciente de que lo tenía entre las piernas y estaba sosteniéndolo por la cintura.
Solo cuando vio su boquita abierta y sorprendida se dio cuenta de lo que ocurría. Empezaba a tener una erección bastante notoria que se oprimía contra el vientre de Jimin.

— Oh... Oh vaya...— dijo separándole de su cuerpo avergonzado y reculando hasta apoyar la espalda en la pared encogiendo las piernas.
Se sentía confundido asique solo bajó la vista mientras giraba un anillo en su dedo.
Jimin seguía mirándole fijamente con sorpresa.

— Jungkookie...

— ¿Qué quieres?— preguntó el castaño un poco rudo.

Solo deseaba que no dijera nada al respecto, bastante vergonzoso era ya. Por el amor de Dios... Jimin era un chico y él no era gay, había tenido una novia y había besado a otras chicas. Quería pensar que tan solo había sido una reacción natural de su cuerpo pero era difícil obviarlo cuando últimamente se sorprendía mirándole o pensando en como sería probar esos carnosos y sonrosados labios a todas horas. No es que tuviese prejuicios al respecto, estaba seguro de que si le gustasen los hombres Jimin sería su prototipo, pero es que era su mejor amigo.

— ¿Q-qué te ha pasado... a-ahí?— dijo señalando su bragueta con el dedito y un intenso rubor en las mejillas.

— ¿¡Qué!?— Jungkook enrojeció un poco— Nada...

Jimin se rió un poco y le intentó estirar las piernas jugueteando para poder ver, era muy inocente. Pero cuando lo consiguió y vio su marcada erección de nuevo su boquita volvió a contraerse haciendo una "o" y sus ojos brillaron de repente con... ¿deseo?
Mordió un poco su labio bajando su vista a su propio pantalón que empezaba a elevarse en su hombría.

— Oh-oh...

— ¿¡Quieres dejarlo estar!?— dijo Jungkook molesto sintiendo como su cuerpo se estremecía al ver a su amigo en ese estado.

Asi no se le bajaría la calentura en la vida.

— Me he puesto durito...

— ¡¡Por Dios Jimin!!

El rubio hizo un mohín al ver la reacción del castaño, pensó que si le había pasado al sentirle encima era porque le gustaba. Igual que le pasaba a él, porque a él le gustaba mucho Jungkook.