MUÑECOS ROTOS [+18]

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Advertencia: capítulo delicado que puede herir la sensibilidad del lector. Mención de abusos sexuales.

ONCE AÑOS ANTES.

Jimin levantó la vista de su tarea cuando vio a la persona que acababa de entrar en su cuarto. Se extrañó cuando echó el cerrojo pero eso no eliminó su gran sonrisa de su carita de inocente.

— ¿Aún estudiando Jiminie, sabes qué hora es?
El chico asintió y se frotó los ojos cansados y enrojecidos.

— Mañana tengo dos exámenes finales y quiero sacar la máxima puntuación posible señor Dak-ho— murmuró.

El hombre sonrió y cogió el libro para hacerlo a un lado.

— Llevas preparándote para esos exámenes mucho tiempo, seguro que ya te lo sabes a la perfección. Disfruta un poco, eres joven. No todo es estudiar en esta vida. Yo a tu edad no podía pensar en otra cosa que no fuesen mis hormonas—El chico se rió cohibido y se ruborizó, le extrañaba que el papá de Jungkook dijera una cosa así, era demasiado serio. Apartó la mirada cuando vio al hombre mirarle fijo y sonrió levemente con los labios juntos—Te estás haciendo un chico guapísimo Jimin.

— G-gracias señor....

— Dime pequeño, ¿ya te ha salido vello en tus partes íntimas?

Jimin enrojeció por completo y se llevó las manos a la cara para ocultarse. Él era con diferencia mucho más tímido que el resto de los chicos de su edad.

— Ehhm...Si... hace ya un año— dijo en murmullos y su voz sonó amortiguada por sus manitas.

— Entonces ya eres todo un hombre, muéstrame.

— ¿C-como dice?

— Quiero ver los cambios en tu cuerpo Jimin, no tiene nada de malo.

— Pe- pero es que, me d-da mucha vergüenza— destapó su rostro solo para volver a esconderlo de nuevo mucho más rojo que antes.

— ¿De verdad no vas a hacer la única cosa que te pido después de todo lo que he hecho por ti? Me decepcionas...–el hombre le miró con molestia y negó con la cabeza.

— No quiero decepcionarle señor Dak-ho, pero usted sabe lo tímido que soy...Ni siquiera me cambio delante de Jungkook...— su mirada ahora baja todo el tiempo y las manitas agarradas a las sábanas en su regazo.

— Podrías tomártelo como si fuese un ejercicio para cuando llegue el momento que tengas que desnudarte delante de alguien. Estoy gastando mucho dinero en criarte Jimin, es tan poco respetuoso lo que estás haciendo... —niega con la cabeza defraudado y suspira pesado—Pero no pasa nada, lo entiendo...

El hombre se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Jimin se sentía realmente mal porque el papá de Jungkook se tomara su negativa como una falta de respeto. Si le preguntaran quien era el hombre más admirable para él hubiese dicho su nombre. Era muy joven, tenía una mujer preciosa y todo el mundo le adoraba.

— ¡Espere señor Dak-ho!

El hombre se dio la vuelta y Jimin se impulsó un poco para bajarse el pantalón mientras se mordía los labios. Sus mejillas estaban completamente rojas haciendo que se viera adorable. Se tensó cuando el hombre volvió a sentarse en la cama pero esta vez mucho más cerca.

— ¡Vaya, fíjate Jiminie, qué bonito eres!

El chico estaba deseando con todas sus fuerzas que pasara el tiempo y volver a quedarse solo en la habitación, era la primera vez que se sentía tan incómodo en esa casa. Pero el hombre no se iba y sentía su mirada fija en su miembro todo el tiempo. Hizo el intento de subirse el pijama de nuevo.