Suni miraba a Zoe con una sonrisa en los labios mientras tomaban el desayuno. Podía ver en su cara que estaba demasiado incómoda como para devolverle la mirada o mucho menos mantener una conversación.
— Menudo polvo que he echado, no siento el coño ¿eh?Follar me da mucha hambre pero nada más termine pienso hacer como Dallas y dormir hasta que se quite el sol. Que frio hace hoy, joder. ¿Estoy bien maquillada o parezco Courtney Love?
— ¿Qué?— preguntó Zoe en hito.
Parecía que desde que había llegado a esa casa no sabía hacer otra cosa más que alucinar, no le daban un momento de respiro. Miró a la chica que tenía enfrente buscando alguna tara en ella. Tenía el cabello rubio platino y se le formaba un hoyuelo en la mejilla debido al agujero de un piercing que nunca debió ponerse. Su sonrisa era agradable pero cuando la miraba a los ojos sentía que había algo que se le escapaba. No pensaba que estuviera loca, solo que le daba unas cuantas vueltas y le costaba seguirle el ritmo.
— Que si aún tengo maquillaje, niña— Zoe miró a la chica y asintió con la cabeza— Pero... ¿se ha corrido como yo?
— Un poco...— murmuró con los ojos muy abiertos.
La morena volvió a centrarse en sus cereales a la vez que una nueva oleada de carcajadas se escuchaban en la habitación.
— Perturbador, ¿verdad?— dijo Suni señalando la puerta negra con la cabeza mientras ensanchaba la sonrisa. Dallas se había pasado la ultima hora riéndose a intervalos de quince minutos mas o menos.
— ¿Dónde está su familia?
—Yo soy su única familia. No compartimos sangre, pero eso es lo de menos.
— ¿Y no deberías... no se... llevarlo a que lo vean o algo... ? Yo creo que debería medicarse— sentenció finalmente—No está bien.
— ¡Esta perfectamente, mírale!— Suni levantó el dedo esperando la próxima carcajada y contagiada por aquella risa se unió a él palmeando como una demente— Además su antiguo psiquiatra dijo que aún no era del todo peligroso, no te preocupes.
— ¿Su antiguo psiquiatra? ¡¿Aún?!
— Sí. Le dejó de atender porque Dallas es demasiado... intenso. No soportó un par de episodios graves. Mira, tú tranquila ¿vale? Pero no dudes en llamarme si entra en tu habitación por la noche y gruñe como un perro mientras te observa.
— ¿¡¡Qué!!?
— Pon mi número en llamadas de emergencia.
— Oye, oye, Suni, que este tipo ha dicho que necesita que le acompañe a no se dónde esta noche.
— ¿Dallas te pidió que le acompañaras?
— Sí.
— ¿Y vas a ir, no? ¿Y si te pide que se la chupes también se la chuparás?
Zoe no daba crédito a lo que oía, negó con la cabeza mientras taladraba a su compañera con la mirada y se levantó de la mesa para encerrarse en su cuarto.
Estuvo las siguientes horas buscando y llamando a todos los anuncios de alquiler que se podía permitir y crispándose cada vez que le decían que ya no estaba disponible. Ya había pagado el mes por adelantado y su parte de comida asique no es que le quedara mucho dinero y solo de pensar en pedirle a Dallas lo restante del alquiler entraba en pánico. Necesitaba un sitio en el que pasar la noche antes de que se despertara, pero ya no le quedaba nadie en Londres y su familia estaba a muchos kilómetros de allí junto con el resto de su antigua vida. Se apartó los rebeldes mechones que caían de la coleta y mirando el techo aguantó las ganas de derramar las lágrimas que se agolpaban en sus ojos.
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MUÑECOS ROTOS [+18]
أدب الهواةOscuro, excéntrico, lujurioso, peligroso e inestable. Sé bienvenido al Etéreo. No olvides guardar el secreto. ADVERTENCIA ⚠️ Alto contenido sexual explícito y delicado, lenguaje obsceno. Mención de abusos y enfermedades mentales. Pareja principal:...