Parte 3: ¡¿Sin casa?!

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Narra ____:

Es cierto, no lo recordaba pero no entiendo muy bien a qué se refiere.

-____, tu vas a tener posibilidades que otros de tus compañeros no tendrán, pero también te perderás muchas otras cosas-hizo una pausa- tú comenzarás una investigación a la vez que comienzas un curso, tendrás que verte obligada a renunciar a algunas cosas.

-¿A qué te refieres?-dije con nervios.

-Pues, no tendrás una casa concreta...

-¡¿Qué?!-solté interrumpiéndola.

-Pero tranquila, es solo que debes acomodarte a tus investigaciones. Tu cuarto estará en Gryffindor para estar cerca de él pero tendrás acceso a todas las casas y a todas las clases al igual que el derecho de hablar en horas extra-escolares con todos los profesores o incuplir algunas normas.

-Bueno, eso suena serio y duro...

-Lo sé pero...-la interrumpí con una sonrisa de lado.

-Pero también suena divertido.

Tonks se quedó mirándome sorprendida pero luego pausó y me pasó su brazo por mis hombros.

-Sabes ____, me caes bien-dicho esto me despeinó- vamos a por tus cosas.

Y así hicimos, nos recorrimos todo el callejón y todas las tiendas donde podíamos encontrar algo útil ya solo nos quedaban dos cosas: una mascota y mi varita. Primero fuimos a por mi nueva mascota, pensaba que tardaríamos años pero en cuanto entré en la tienda lo supe, una lechuza boreal marrón y blanca, me enamoré al verla.

-Quiero esta-dije embobada.

-Perfecto- dijo la dependienta- ¿cómo la vas a llamar?

-¿Es macho o hembra?

-Macho.

-Pues se llamará Alcander, significa fuerte en griego.

-Que bonito nombre- dijo Tonks mientras pagaba.

-Tonks ¿de quién es todo ese dinero?

-Dumbledore se encargó de que tuvieras tus ahorros-no entendí muy bien ese comentario pero quería seguir comprando, sabía lo que venía ahora, la varita.

Llegamos a Ollivanders y cuando abrimos la puerta un olor a madera vieja impregnó nuestras narices, amaba ese olor.

-¡Alcander para!- decía Tonks mientras forcejeaba con la lechuza.

-¿Qué ocurre?- la voz de un señor nos distrajo y a Tonks se le escapó mi lechuza- señorita Nymphadora- era la primera vez que escuchaba su nombre- perdón debería decir Tonks.

-No importa señor Ollivander, mire le traigo a una nueva alumna, aunque ella no necesita varita preferimos que la tenga.

Eso ni era cierto ni dejaba de serlo, era verdad que había practicado algunos hechizos, obviamente sin varita, y me habían salido pero de eso a que no necesito una varita me da que exagera un poco.

Un aleteo paró la conversación, Alcander salió volando hasta posarse en un estante de los muchos que había. El señor Ollivander se acercó y la lechuza le tiró una caja consiguiendo que el hombre la sujetara con las manos.

-¿Puede ser..?- dijo dudoso- señorita ____, acérquese, pruebe con esta varita.

Así hice y cuando la tuve entre mis dedos de su punta salieron colores, risas, voces y olores que acabaron convirtiéndose en el cielo estrellado, era la cosa más hermosa que había visto en mi vida.

-Me da a mí que esa- dijo Tonks asombrada.

Después de agradecerle al señor Ollivander volvimos a mi casa no sin que por el camino Tonks se cayera, esta chica era un poco torpe pero se le quería. Mientras, yo solo podía pensar en que en unos días estaría en Hogwarts, vería a Percy y por fin estaría donde debo estar.

La rarita sin casa [Fred Weasley y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora