La rarita sin casa [Fred Weasley y tú]

Parte 25: La sombra

Narra ____:

Ron venía un poco preocupado.

-¡____! Toma, me ha dicho Percy que te dé esta llave. Es para algo de una escoba que está en el armario del campo.

-Oh, gracias.

-Bueno, me voy que ha pasado algo en las habitaciones de los chicos- Ron salió corriendo y yo decidí cambiar mi rumbo hacia ese famoso armario.
Llegué y abrí la puerta, había unas cuantas escobas y algunos materiales así que agarré una y salí a una zona despejada, cuando llegué comencé a volar. Iba hacia todas las direcciones intentando ir lo más rápido posible, esquivando tejados, cayendo en picado y dando vueltas.
Tras un largo entrenamiento bajé a una colina cerca del bosque para descansar.

-____...- un susurro se escuchaba mientras yo estaba tumbada- ____ ven...

-¿Hola?- dije mirando para todos los lados. Nadie respondía. Me puse en pié para investigar y vi una silueta en el bosque. Ese tipo de sombra, desgraciadamente, ya lo había visto.
Me estaba acercando para seguir investigando, la frontera del bosque estaba cada vez más cerca.

-¿A dónde crees que vas?- la persona me sujetaba firmemente de la mano.

-Neville, yo...- dije aturdida.

-¿Estás llorando?- preguntó extrañado.

-¿Qué?- comencé a palparme las mejillas para confirmar que estaban húmedas por las lágrimas- no sé por qué.

-Bueno, vamos a alejarnos un poco del bosque- dijo apartándome del borde por los ruidos que salían de él- ¿qué tal tu abdomen?

-¿Mi abdomen? Bien, no me duele pero aún así no me dejan ir mañana a la excursión.

-Que pena.

-Tú tranquilo que yo haré algo.

-¿Y qué hacías ahí?- señalaba el bosque que, por la luz, cada vez era más oscuro y siniestro.

-Pues había alguien llamándome.

-¡¿En el bosque?!- me interrumpió- ¿estás segura? ¿y las lágrimas?

-No lo sé, últimamente no entiendo nada, ni lo que siento, ni lo que veo, ni lo que escucho- mi voz estaba un poco cortada.

-Eh, tranquila, yo estoy aquí y eso sí que lo sabes- dijo para luego abrazarme.

-Gracias, te lo agradezco- me separé de él- deberíamos volver ya.

-Claro- dijo mientras me regalaba una sonrisa amable- vamos.

Narra Fred:

Estaba en mi cama tumbado y arropado.

-Hola- mi gemelo estaba apoyado en el umbral de la puerta.

-Hola- dije yo sin mucha gana.

-Cuéntame.

-¿El qué?

-Todo ¿por qué te comportas así?

-George- me comencé a incorporar- no me puede... no quiero que... ¡Oh Dios, es tan pequeña y se merece más y...!¡Agh!- mi tiré otra vez a la cama.

-Lo sabía- empezó a suspirar- te gusta.

-No, no es eso, bueno sí, no...

-Para, respira y piensa.

-No quiero, así estoy- paré para corregir- está bien, ____ merece a alguien mejor, Percy, Harry, incluso Draco la trata bien.

-Estás delirando...

-No lo sé pero me da igual- usé mi varita para cerrar las cortinas- buenas noches.

-Eh, hermano, estoy aquí- se acercó y aunque no le miraba me acarició el hombro.

Él salió y unas voces se oían en la sala.

-¿Qué le pasa?- era Ron.

-Está cansado- contestó George.

-Puede que tenga fiebre- Ginny parecía preocupada cosa que me hacía sentir egoísta.

-No es eso, cambiemos de tema- Hermione trataba de ayudar.

-¿Y no puedo ir a verle?- preguntó Harry.

-Es preferible que no, mañana va ser un día muy largo...