Parte 11: Las serpientes de regaliz

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Narra ____:

La señora Pomfrey entró con unas vendas y unos líquidos.

-Me temo que, al igual que su otro amigo, deben de marcharse.

-Pero...- dijo Ginny pero no terminó porque yo le interrumpí.

-Es mejor que se marchen, yo estaré bien...- dije apenada. Antes de que se marchasen dije- George- le miré y supo lo que quería.

-Tranquila, yo me ocupo.

Todos se marcharon y la enfermera me empezó a tratar la herida.

-Muchas gracias.

-No es nada querida- dijo sonriendo- sé que puedo ser una entrometida pero ¿por qué salvo a ese chico? Suele ser un maleducado con los demás.

-Yo...- ni siquiera yo sabía por qué lo había hecho- solo sentí que debía hacerlo, nadie se merece sufrir.

-Bueno, al menos parece que se lo agradece, puede que algo haya cambiado en ese chico ahora.

-¿A qué se refiere?

-Oh, mientras usted dormía y sus amigos discutían alguien dejó estas serpientes de regaliz en la puerta.

-¿Usted cree que fue Draco?

-¿Quién si no?

Esa conversación me dejó pensando hasta que alguien llamó a la puerta.

-¿Se puede?- dijo una voz conocida.

-Sí, ya puede volver a tener visitas, yo ya me marcho- dijo la señora Pomfrey  ya cruzando el marco de la puerta.

-Ho-hola- dijo Draco.

-Hola- contesté seca.

-¿Estás mejor?- dijo nervioso.

-Bueno... sí.

-Esto... ¿Por qué?¿por qué lo hiciste?

-Es simple, estoy contra el maltrato animal, ni siquiera una rata como tú merece sufrir.

Él se quedó callado mirando al suelo y con tristeza en su mirada alzó los ojos.

-Lo siento.

-No me lo creo, Draco Malfoy disculpándose.

-Sé cuándo le debo lealtad a alguien y tú ya tienes mis respetos, además no eres como yo pensaba.

-¿Y cómo soy?- pregunté curiosa y poniendo cara de orgullosa.

-Pues no te conozco muy bien- dijo cortado.

-Pues pregunta lo que quieras.

Así empezamos a hablar hasta que anocheció, estuvimos riendo, comiendo las serpientes de regaliz.

-Vale, vale- dijo intentando parar de reír- ufff- suspiró- háblame sobre tus padres.

-Pues mi madre es médico y mi padre profesor de universidad.

-Son muggles ¿verdad?

-Bueno, sí, pero mis verdaderos padres eran magos.

-Eres adoptada...

-Sí pero no es ningún problema, me siento orgullosa de la vida que he tenido, mi amiga Flor, un día te la presentaré, seguro que te gusta. Mi amigo Henry, mi amiga Luz, teníamos un grupo de música, me pasaba todo el día cantando Abba y Queen...

-¿Cantas?- dijo extrañado.

-Como los ángeles- dije burlona.

-Jajajaja- empezamos a reír juntos.

-Niños- nos sorprendió la señora Pomfrey- vuelvan a sus habitaciones. Ya puedes volver a clase querida, pero me temo que no podrás ir de excursión a Hogsmade.

Decepcionada salí de la enfermería para encontrarme con que Draco me había esperado fuera.

-Oye, me lo he pasado muy bien hoy.

-Sí, yo también- dije alegre.

-Pero...- se volvió serio- tengo una reputación, no puedo juntarme a plena vista con "la rarita sin casa"- mi cara volvió a ser de decepción- pero podemos quedar a solas y dejarnos notas en algún sitio.

-Hay un ladrillo suelto en las escaleras de la torre de Slytherin...

-Perfecto, cada día dejaremos una nota para que al día siguiente el otro la encuentre.

-Vale, de todas formas paso por ahí casi siempre- dije haciéndome la interesante para después reírme.

-Te veo mañana, yo pondré la primera nota- dijo y luego me dió un beso en la mejilla.

Entré en la Sala Común de Gryffindor pero el grito de alguien me sorprendió...

La rarita sin casa [Fred Weasley y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora