Narra Fred:
Me senté en mi cama de espaldas porque no quería que la viera.
-Necesito un pijama- dijo ella nerviosa.
-¿No te has traído pijama?
-No seas tonto, dame uno de tus pijamas y ahora te lo cuento- yo me quedé sentado- ¡venga, por favor, que tengo frío!
Me levanté y empecé a buscar uno de mis pijamas para dejárselo, lo más complicado era no lanzar pequeñas miradas a ____. Notaba cómo me iba poniendo más rojo por momentos.
Encontré un pijama de cuadros de una especie de color marrón anaranjado.
-Te va a quedar un poco grande- le sonreí- ¿dónde te vas cambiar?- tenía un nudo en el estómago por la respuesta.
-Aquí- dijo con la voz temblorosa- si salgo así y me ven tus padres me va a dar un infarto.
Me coloqué de espaldas y mi corazón empezó a latir muy rápido en el momento que escuché el ruido de la toalla chocando con las sábanas de mi cama. La cosa no mejoró cuando sentí la mano de ____ en mi hombro.
-A mí no me puedes hacer esto- me di la vuelta y ____ ya se había cambiado de ropa- vas a conseguir que me de un ataque- le sujeté las manos.
-¿Cómo me queda?
-Te queda genial, a ti todo te queda genial.
Narra ____:
-Siento haberte sorprendido de esta manera, es que están jugando a atrevimiento o verdad y han escondido mi pijama.
-Eh, no te disculpes, a mí me ha salido bien la jugada- su sonrisa de lado me hacía sonrojar.
-Eres- le golpeé- un- volví a golpearle levemente- tonto- le di el último golpe.
Durante ese último golpe me tropecé y acabé muy cerca de él. Estábamos a solas, sin amigos, sin gemelos, sin padres ni profesores.
Él también se dio cuenta y unió sus manos tras mi espalda.
-Hola- sonrió y yo reí.
-Hola- puse mis manos en su cuello.
-Hace una bonita noche ¿verdad?- miró de reojo la ventana y se fue acercando a mí lentamente.
-Las estrellas se ven preciosas desde la Madriguera- nos acercamos más y comenzamos a besarnos, pero unas voces que venían de fuera nos distrajeron-hay alguien fuera.
-Algún día- suspiró- algún día- yo le lancé una mirada seria y me acerqué a la ventana mientras él se sentaba en la cama.
Miré entre la oscuridad de la noche y reconocí a dos personas.
Inmediatamente salí de la habitación y bajé las escaleras corriendo. Percy y George me miraban asustados mientras que los señores Weasley sonreían.
Bajo la luz de la luna vi a mis dos amigos.
-¡Luz! ¡Henry!- me lancé sobre ellos- ¿qué hacéis aquí?
-Te echábamos de menos- Henry me colocó bien el pelo.
-Estábamos preocupados- continuó andando Luz- ¿por qué te intentan matar tan continuamente? es agotador para nosotros- llamó a la puerta.
-Le diré eso de tu parte al próximo que lo intente- dije sarcásticamente.
-Por cierto ¿y el pelirrojo ese que te gusta tanto?- le tapé la boca inmediatamente porque la Sra. Weasley abrió la puerta.
-Bienvenidos, pasad- dijo amablemente.
-¿Pero qué hacéis aquí?- pregunté intrigada.
-No hubo fiesta de Navidad sin ti, no teníamos cantante- explicó Luz antes de que Henry le diera un pisotón.
-Queríamos ver cómo estabas, nos tienes preocupados. Tus padres hablaron con los señores Weasley, pensaron que sería bueno que pasáramos un tiempo contigo- corrigió Henry.
-Sí, eso también- volvió a hablar Luz.
HOLAAAA ¿QUÉ TAL? YO EN MI CASA TRANQUILA. ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO, SI ES ASÍ VOTAD Y NO OLVIDÉIS COMENTAR QUÉ CREÉIS QUE PASARÁ EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO. NOS VEMOS EL LUNES CON UN NUEVO CAPÍTULO. GRACIAS <3<3<3.
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La rarita sin casa [Fred Weasley y tú]
FanfictionHola, soy ____, tras un pasado complicado voy a entrar por fin a Hogwarts, desde pequeña ese a sido mi sueño, solo espero estar tranquila pero, ¿quién sabe lo que me espera? Dumbeldore me pidió que accediera a la escuela e incluso convenció a mis pa...