Parte 95: Mis dos amigos

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Narra Fred:

Me senté en mi cama de espaldas porque no quería que la viera.

-Necesito un pijama- dijo ella nerviosa.

-¿No te has traído pijama?

-No seas tonto, dame uno de tus pijamas y ahora te lo cuento- yo me quedé sentado- ¡venga, por favor, que tengo frío!

Me levanté y empecé a buscar uno de mis pijamas para dejárselo, lo más complicado era no lanzar pequeñas miradas a ____. Notaba cómo me iba poniendo más rojo por momentos.

Encontré un pijama de cuadros de una especie de color marrón anaranjado.

-Te va a quedar un poco grande- le sonreí- ¿dónde te vas cambiar?- tenía un nudo en el estómago por la respuesta.

-Aquí- dijo con la voz temblorosa- si salgo así y me ven tus padres me va a dar un infarto.

Me coloqué de espaldas y mi corazón empezó a latir muy rápido en el momento que escuché el ruido de la toalla chocando con las sábanas de mi cama. La cosa no mejoró cuando sentí la mano de ____ en mi hombro.

-A mí no me puedes hacer esto- me di la vuelta y ____ ya se había cambiado de ropa- vas a conseguir que me de un ataque- le sujeté las manos.

-¿Cómo me queda?

-Te queda genial, a ti todo te queda genial.

Narra ____:

-Siento haberte sorprendido de esta manera, es que están jugando a atrevimiento o verdad y han escondido mi pijama.

-Eh, no te disculpes, a mí me ha salido bien la jugada- su sonrisa de lado me hacía sonrojar.

-Eres- le golpeé- un- volví a golpearle levemente- tonto- le di el último golpe.

Durante ese último golpe me tropecé y acabé muy cerca de él. Estábamos a solas, sin amigos, sin gemelos, sin padres ni profesores.

Él también se dio cuenta y unió sus manos tras mi espalda.

-Hola- sonrió y yo reí.

-Hola- puse mis manos en su cuello.

-Hace una bonita noche ¿verdad?- miró de reojo la ventana y se fue acercando a mí lentamente.

-Las estrellas se ven preciosas desde la Madriguera- nos acercamos más y comenzamos a besarnos, pero unas voces que venían de fuera nos distrajeron-hay alguien fuera.

-Algún día- suspiró- algún día- yo le lancé una mirada seria y me acerqué a la ventana mientras él se sentaba en la cama.

Miré entre la oscuridad de la noche y reconocí a dos personas.

Inmediatamente salí de la habitación y bajé las escaleras corriendo. Percy y George me miraban asustados mientras que los señores Weasley sonreían.

Bajo la luz de la luna vi a mis dos amigos.

-¡Luz! ¡Henry!- me lancé sobre ellos- ¿qué hacéis aquí?

-Te echábamos de menos- Henry me colocó bien el pelo.

-Estábamos preocupados- continuó andando Luz- ¿por qué te intentan matar tan continuamente? es agotador para nosotros- llamó a la puerta.

-Le diré eso de tu parte al próximo que lo intente- dije sarcásticamente.

-Por cierto ¿y el pelirrojo ese que te gusta tanto?- le tapé la boca inmediatamente porque la Sra. Weasley abrió la puerta.

-Bienvenidos, pasad- dijo amablemente.

-¿Pero qué hacéis aquí?- pregunté intrigada.

-No hubo fiesta de Navidad sin ti, no teníamos cantante- explicó Luz antes de que Henry le diera un pisotón.

-Queríamos ver cómo estabas, nos tienes preocupados. Tus padres hablaron con los señores Weasley, pensaron que sería bueno que pasáramos un tiempo contigo- corrigió Henry.

-Sí, eso también- volvió a hablar Luz.




HOLAAAA ¿QUÉ TAL? YO EN MI CASA TRANQUILA. ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO, SI ES ASÍ VOTAD Y NO OLVIDÉIS COMENTAR QUÉ CREÉIS QUE PASARÁ EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO. NOS VEMOS EL LUNES CON UN NUEVO CAPÍTULO. GRACIAS <3<3<3.

La rarita sin casa [Fred Weasley y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora