NARRANDO DANIEL.
Vuelvo a reír, Jesús se sienta y me mueve de un lado a otro.
— ¿La quieres? —Su voz sigue sonando sorprendida.
— Si pero no puedo asegurarte que la quiera bien —Frunce el ceño confuso— con ella me siento genial, es cierto, me hace sentir una sensación increíble pero no puedo asegurar que no la quiera como quiero a todas las que se me acercan.
— Eso debes saberlo tú —Ríe— es tu corazón el que debe sentirlo.
— Mi corazón —Suspiro— no se para qué sirve eso, para mantenerme con vida solamente.
— No se si lo he entendido, la quieres pero no sabes cómo la quieres, si para follar o para algo más.
— Si, lo has entendido, ella es difícil y quizás por eso la busco tanto porque me he empeñado en acostarme con ella.
Se encoge de hombros, vuelve a tumbarse en la cama, ambos cerramos los ojos y nos quedamos dormidos.
NARRANDO LEDRA.
Al día siguiente despierto un poco tarde, estoy bastante agotada, bajo a desayunar, mis hermanos empiezan a hacerme sus insoportables bromas.
— Te dormiste tarde —Dice mi hermano Lorenzo.
— Se nota, bruja. —Añade Matías.
— Callaos —Me rio.
— Hija ya sé que era sábado pero no me gusta que te duermas tan tarde.
— No tenía sueño, no es para tanto mamá. —Resoplo.
— Ella tiene razón. —Dice mi padre defendiéndome.
Desayuno, me doy una ducha, me pongo el albornoz y me siento frente el espejo mientras peino mi pelo, suspiro y muerdo mi labio.
— ¡Cariño, Alícia está aquí! —Grita desde abajo.
— ¡Voy! —Grito.
Me visto, salgo y Alícia me mira sonriendo, yo no entiendo porqué me mira así.
— ¿Vamos a dar una vuelta por ahí? —Pregunta.
— Claro ¿Todo bien?
— Al fin Andrés se me ha lanzado.
— ¿Si? —Me rio— Cuando me alegro.
— Me ha dicho que me quiere y que quiere tener una relación conmigo.
— Algunos son capaces de decir lo que sienten —Digo murmurando— sólo algunos, tienes suerte.
— ¿Lo dices por alguien? —Pregunta curiosa.
— No, por lo que escucho por ahí. —Reímos.
Llegamos a uno de los parques en donde estuve con Dani ayer, allí está Andrés, Rosa, Lucía y un chico más.
— Vaya, al fin te lanzas. —Andrés ríe.
— Me ha costado. —Me rio.
— Los tíos sois muy complicados. —Le digo riendo.
— Si lo son —Añade Lucía.
— Mi nombre es Oscar. —Le miro.
— Encantada, soy Ledra.
NARRANDO DANIEL.
Desayuno algo, Jesús aún sigue dormido, ayer ambos llevábamos una borrachera monumental, bebimos las cervezas sin comer nada y así nos fue.
— ¿Dónde vas? —Pregunta mi madre adoptiva.
— A vender. —Respondo.
— Hijo —Suspira triste.
— Lo siento pero es lo que soy.
Termino marchándome, voy a casa de Raúl para dejar una mercancía que me pidió, seguidamente voy a las discotecas, los dueños me esperan para que les venda, poco después decido ir a los parques, también vendo allí y puedo decir que gano más.
Paso por varios parques hasta que decido ir al parque que está cerca de la casa de Ledra, cuando llego me compran bastantes, de repente la veo, ella ríe con sus amigo, en especial con un chico, me quito el casco, me quedo apoyado en la moto, ella se da cuenta y también me mira, me sonríe y le guiño un ojo. Me acerco a ellos, Ledra se pone muy nerviosa, el chico que está con ella me mira un poco molesto.
— ¿Qué tal? —Les digo a todos— Creo que no tengo monos en la cara para que me miréis así.
— No les hagas caso, son idiotas.
— Ya veo, deben serlo para atreverse a mirarme así —Miro al chico— ¿O no?
— ¿Para qué has venido? -Pregunta Ledes, se levanta y se apoya en la moto.
— Para ver a una niña fresa ¿La has visto? —Sonrío.
—Los dos sabemos para que vienes a este parque. —Frunce el ceño.
— También —Alza la ceja— pero he venido en especial para ver a esa niña fresa, es mi alumna.
— Puede estar con sus amigos.
— Y con un chico que no para de mirarle el culo. —Ríe.
— ¿Te pones celoso? —Pregunta.
— ¿Celoso yo? No soy celoso. —Respondo seguro.
— Porque has estado acostumbrado a tener a las chicas a tus pies, no conoces los celos.
— ¿Y qué son los celos?
— Dicen que es cuando se te crea un nudo horrible en el estómago al ver a la chica que te encanta coquetear con otro.
— No se lo que es.
— Ya, ya —Se ríe.
Enciendo un cigarro, ella pone las manos en su barbilla para sujetarse mientras sigue apoyada en la moto, me acerco a ella apartando el cigarro y noto como se pone mas nerviosa.
— Estas preciosa. —Le murmuro y sonríe.
— Sh, están mis amigos. —Se ruboriza.
— ¿No quieres qué ese chaval sepa qué estás colada por mi? —Ríe a carcajadas.
— ¿Colada por ti? ¿Quién te crees? Eres un gilipollas. —Me hace reír.
— Te callas o te beso aquí, delante de todos. —Mira mis labios.
Me besa, eso me sorprende porque están sus amigos delante, nuestros labios se entrelazan, siento como algo dentro de mi estalla, es increíble, aunque no sea nuestro primer beso, siempre que nos besamos, siento exactamente lo mismo, como si volviera a ser el primero, aunque esta vez ha sido ella quien me ha besado.
— A mi me importa una mierda que los demás sepan que ando besándome con un chico malo un poco gilipollas. —Sonrío.
— Entonces súbete a mi moto y te pierdes conmigo. —Murmuro con la voz muy ronca.
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Nuestro amor es animal.
Romance"Si me pides fuego, arderá todo. Yo no se amar de otra manera. " BORRADOR. ✘FANFIC ✘ • ────── No se permitirán plagios, ni copias de ningún tipo, serán denunciados inmediatamente.