NARRANDO DANIEL.
Me quedo totalmente impactado, me echo encima de Ezequiel para inmovilizarlo, le pongo la pistola en la cabeza y frunzo el ceño.
— Ahora si que tu muñeca está perdida. —Amenaza él.
— ¡Solo me ha defendido!
— Ha disparado a alguien muy importante Daniel, acaba de meterse en todo esto de lleno.
— ¡Págalo conmigo, pero a ella no la toques!
— Si yo doy la orden acaban con ella.
— Más te vale que no la des porque te vuelo la tapa de los sesos en este instante sin pestañear.
— Ahora entiendo porque la quieres —La mira— carita de inocente pero es una fiera, que pena que tenga que morir por quererte.
— No vais a tocarla ¿Me oyes?
— Tú amor por ella te ciega y no te deja ver lo más importante, la pasta que puedes conseguir con nuestro trabajo.
— Mi amor por ella es lo más puro que he sentido en mi vida, no pienso perderla por ti.
Le golpeo, sus guardaespaldas me apuntan, Jesús mete a Ledra dentro de la casa aunque grita como una loca, la cierra con llave y apunta a los guardias.
— Dile a tu hermano que baje el arma. —Dice serio.
— Cuando tus guardias dejen de apuntarme.
— ¿Y si no doy la orden? Pueden matarte, también a tu hermano y después se divertirán con tu muñeca hasta el cansancio.
— No te conviene, antes de que me disparen tú habrás muerto.Hace una señal para que bajen las armas, lo obedecen y me mira riendo. De repente escuchamos sirenas de policía, me levanto deprisa, él hace lo mismo aunque bastante más lento por el balazo en su pierna, me señala amenazante y sube en su coche, yo entro rápidamente en casa de Raúl, Ledra me abraza con fuerza y acaricio su cabeza aliviando.
— Estas loca ¿Me oyes? ¿Cómo se te ocurre dispararle?
— Iba a matarte —Beso su frente.
— Pero no tenías que meterte en esto, ahora ya no puedo sacarte.
— No me importa Dani, no iba a permitirlo.
— ¿Y tú para qué le dejas la pistola? —Le pregunto a Jesús.
— Me la quitó, no pensé que fuera a disparar, ella es una niña fresa.
— Lo siento.
— Ya no hay nada que podamos hacer, debemos irnos.
— Está la pasma —Murmura— los vecinos deben haberla llamado.
Me siento, Ledra se sienta encima de mi y me cura la herida de la cabeza.
— ¿Cuándo has pasado de niña fresa a esta fiera?
— Cuando he estado apunto de perderte —Agarro su rostro.
— No quería meterte en esto, joder.
— No te atormentes, nadie me ha obligado a disparar el gatillo. —Dice mirándome a los ojos.
Besa mi frente, cierro los ojos y suspiro, no puedo permitir que ella siga en este mundo, que siga en peligro por mi maldita culpa.
— ¿Sigue la pasma fuera?
— Si, están hablando con los vecinos pero tienen demasiado miedo para decir de dónde han venido los disparos, todo controlado. —Me responde Jesús.
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Nuestro amor es animal.
Romance"Si me pides fuego, arderá todo. Yo no se amar de otra manera. " BORRADOR. ✘FANFIC ✘ • ────── No se permitirán plagios, ni copias de ningún tipo, serán denunciados inmediatamente.