Nuestro amor es animal.

Capítulo 83.

NARRANDO ALICIA.

No puedo ni imaginar cómo está Jesús, cómo despertará después de saber que su hermano ha muerto.

— ¿Cómo reaccionó?

— Muy mal.

— Dios mío —Suspiro.

— Era algo que debía saber.

— Era mi deber decírselo yo. —Reprocho.

Me siento unos minutos, me da miedo entrar y que él despierte, no soportará tanto dolor. Finalmente entro, él sigue dormido, me siento a su lado y agarro su mano.

— Te dolerá tanto. —Murmuro.

De repente se queja, abre los ojos despacio y me mira.

— Jesús.

— Mi hermano.

— Lo siento —Beso su frente— muchísimo.

— Me he quedado solo, completamente solo. —Llora.

NARRANDO LEDRA.

Pasan los días, yo los paso encerrada en mi habitación, no quiero ver a nadie. No volví con mis padres, me quedé en casa de mi abuela, aferrándome a lo único que tengo de Dani, su recuerdo. Raúl ha terminado convenciéndome de que lo mejor es irme, viajar por el mundo como tanto quiso Dani.
Después de su muerte los narcos dejaron de molestarme, Jesús pues intenta mantenerse fuerte, sigue en el hospital, creo que pronto le darán el alta, Alicia me visita a veces pero yo no quiero ver a nadie.

— Cariño. —Murmura mi abuela.

— Dime —La miro.

— ¿Lo has pensado?

— Si —Suspiro— y me iré, creo que necesito salir de aquí, intentar olvidar algo que ya no volverá pero siento que nunca podré lograrlo.

— Solo han pasado unos días cariño, es normal, en este momento estás pasando por la etapa de dolor y aceptación.

— El dolor siempre estará ahí, siempre, él fue, es y será el amor de mi vida.

— Lo sé cariño, lo sé.

— Me iré a París, donde estuvimos apunto de irnos para intentar ser felices.

— ¿Seguro qué te hará bien?

— Quiero ir, aunque esta vez lo haga sola.

— Vale —Besa mi cabeza.

— Iba a conocer París con él y ahora lo haré sola —Sonrío irónicamente— como puede cambiar la vida, hace unos días estaba despertando a su lado y ahora despierto todos los días sola, esperando que todo esto solo sea una horrible pesadilla.