Capítulo 99.

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NARRANDO JESÚS.

Bruno baja el arma, niega con la cabeza y me golpea muy fuerte, seguidamente agarra mi cara y me aprieta hasta hacerme daño.

— Aún no, sé qué tú hermano no tardará en llegar.

— Estas obsesionado con mi hermano ¡Está muerto!

— Ya veremos.

Se marcha, inclino la cabeza hacía arriba y empiezo a llorar, no sé si podré seguir aguantando tantos golpes.

NARRANDO LEDRA.

Cojo el siguiente vuelo, estoy ansiosa por llegar, no sé qué me encontraré cuando llegue y me asusta encontrarme a Dani muerto.

Pasan las horas, lo hacen muy lento, por fin llegamos, no he traído equipaje así que no tengo nada que llevarme. Corro, cojo un taxi, me alegro tanto de que el taxista me entienda, necesitaba volver a España solo para esto.

— ¿No puede ir más rápido?

— Lo siento señorita, hay un atasco.

— Joder —Suspiro.

Miro por la ventana, pongo la mano en mi cabeza desesperada, tengo miedo, mucho miedo.

NARRANDO DANIEL.

Voy a casa de Raúl, intento que nadie me vea para que nadie pueda ir con el chisme de que estoy vivo, llamo a la puerta y abre uno de sus hombres.

— Dime donde está Raúl y más te vale ser de confianza porque te mato.

— Raúl ha ido a salvar a tu hermano.

— ¡Dónde! —Lo agarro del cuello.

— Me avisó, sabía que vendrías y no me dijo absolutamente nada, solo que si venías que lo avisara.

— No me tomes por un estúpido ¡Dime dónde está!

Lo miro con el ceño fruncido, lleno de furia, él no abre la boca, no le importaría morir, no quiere traicionar a quien le da de comer. Subo de nuevo al taxi, golpeó el asiento y suspiro.

— Ya se.

Le indicó al taxi donde tiene que ir, me lleva hasta el apartamento de Jesús, recuerdo a Raúl hablar de esto.

— Dani. —Dice Alicia sorprendida.

— Dime en este momento donde ha ido Raúl a salvar a mi hermano.

— No quiero que pongas tu vida en peligro.

— ¿Tú también? Dejad de mandarme, no pienso obedeceros.

— Y yo no pienso decirte donde ha ido Raúl.

— Alicia, eres la novia de mi hermano pero no me puedes pedir que me quede de brazos cruzados, no he obedecido a Ledra y tampoco te obedeceré a ti.

NARRANDO JESÚS.

De repente escucho disparos, eso me hace abrir los ojos como platos, le dan una fuerte patada a la puerta, noto a alguien agarrarme y levantarme.

— Todo controlado colega. —Me dice Raúl.

— Nunca me he alegrado tanto de oír tu voz.

— Debemos irnos.

— ¿Y Bruno?

— En pleno tiroteo con mis hombres.

Me agarra con otro chico más, escucho los disparos cada vez más cerca, apenas puedo ver de lo hinchados que tengo los ojos, me meten en un coche y termino quedando inconsciente.

NARRANDO LEDRA.

Llego al apartamento, escucho voces, puedo reconocer a Daniel, entro, él me mira y golpea la pared con fuerza.

— ¿Acaso no escuchas? —Me pregunta muy serio.

— ¿Y tú? ¿Lo haces?

— Vuelve a París ¡Ya!

— ¿Quién te crees para darme órdenes? ¿¡Eh?!

— Solo quiero que me digáis donde puedo encontrar a mi hermano.

— Lo ha conseguido —Entra Alicia riendo—Jesús está en camino.

Daniel me mira, yo sonrío, él no lo hace pero sé que está muy aliviado.

— ¿Una copa? —Le pregunto.

— Si.

— Maldito terco gilipollas.

Le sirvo una copa, esperamos ansiosos la llegada de Jesús, de repente entran con él  a rastras, Daniel lo mira con miedo, creo que es la primera vez que veo el miedo reflejado en sus ojos. Nos aparta a todos, cae con Jesús al suelo, pone la cabeza de Jesús entre sus piernas y observa sus golpes.

— Hey, hermano —Llora— quien te ha hecho esto lo pagará ¡Te lo juro!

— Dios —Dice Alicia apuntó de llorar.

Dani toca el rostro de Jesús, me mira a mi y vuelve a aferrarse a él.

— ¿Por qué no reacciona? ¡Por qué! —Exclamo.

— No lo sabemos, él estaba consciente cuando llegamos. —Asegura Raúl.

— Hermano, por favor —Le suplica.

— Estoy bien llorica. —Susurra él.

Jesús abraza débilmente a Dani que llora de felicidad.

— Tenía tanto miedo —Solloza.

Nuestro amor es animal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora